Capítulo XXX

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Una semana después de la cena navideña, Tomás y Sergio aprovecharon el fin de semana previo a las festividades del Año Nuevo para organizar otra. Sin embargo, Esta vez sería algo un poco más complejo debido a que muchos de sus amigos irían a pasar aquellos momentos con sus respectivos familiares.

—No te preocupes, amor. La cena navideña estuvo deliciosa y aunque no nos hayan salido los planes para hacer una en este Fin de Año, verás que pronto podremos reunirnos nuevamente en algún día del año próximo que sea para celebrarlo juntos —dijo Tomás mientras se encontraban paseando juntos en el centro de la ciudad.

—Tienes mucha razón, Tom. Pasamos un buen tiempo con nuestros amigos durante la Navidad y es justo también que compartan con sus familias —dijo el galeno deteniéndose frente a un puesto de bebidas refrescantes— ¿Quieres beber algo?

—Con mucho gusto —respondió el oso pardo y añadió— Si gustas, podríamos aprovechar el fin de semana en alguna otra actividad antes de ir a casa para preparar todo con mis padres. 

—¿También estarás ocupado con tu familia, no es así? —preguntaba el oso ingresando a la refresquería de la mano con su pareja.

—Sí, Sergio. Todos los años en casa tenemos la tradición de estar todos juntos en la cena de Fin de Año. Preparamos mucha comida y bebemos sin excedernos para pasarla bien, además estaremos mis padres, mi hermana y yo este año.

—Mis padres viven lejos como para visitarlos, así que al parecer pasaré otro año solo... —dijo el galeno suspirando y bajando su cabeza.

Tomás observó la expresión que Sergio había realizado y pensaba en alguna idea para que su pareja lo acompañara.

—Ahora que lo pienso, aún no conoces a mis padres —dijo el oso pardo tomando la mano del grisáceo al estar sentados en unos banquillos del establecimiento— Si te invito a que vengas conmigo a casa podríamos darte a conocer ante ellos.

—Claro que sí, además podríamos pensar en como me presentarías ante ellos como pareja, ¿no crees? —le comentó el grisáceo indiscretamente.

—¡¿Estás loco? ¿Quieres que me maten?! —exclamó estupefacto el oso pardo sorprendido ante tal ocurrencia.

—Sólo sugería esa idea... —le respondió Sergio y añadió— Además, ya tienes la edad suficiente como para saber que es lo que te gusta y lo que no. ¿O es que acaso voy a vivir oculto entre las sobras de tus familiares sabiendo que el resto de la sociedad ve lo que hacemos? —le preguntó el grisáceo.

—No es eso amor... es que... no sé si sea buena idea... aunque los demás me vean contigo y me gustes mucho, no sé qué puedan pensar ellos al respecto... —dijo Tomás ante las palabras que Sergio había expresado.

—Entonces le daremos tiempo al tiempo, no hay prisa de que ellos descubran que eres mi pareja, Tom. Yo te amo y ya llegará el momento propicio para que tu familia me conozca un poco más, eso sí no tengo dudas de que ya algunos le comentaran a tus padres lo nuestro —decía el galeno de manera decidida.

—Gracias por eso, Sergio. Esperemos un poco más, por ahora desearía que me acompañes a la cena de Fin de Año para que ellos puedan conocerte un poco y te prometo que les comentaré de lo nuestro a su debido tiempo.

Y tras haber optado por la sugerencia que le comentó Tomás, Sergio pasó el Fin de Año en casa del oso pardo en compañía de sus padres. Cuando llegó el 31 de diciembre, la madre de Tomás abrió la puerta al escuchar que alguien tocaba e hizo pasar a Sergio al darse cuenta de quien era.

—Buenas noches —dijo el galeno quien vestía formalmente una chaqueta y un pantalón de color dorado bajo una camisa blanca y una corbata celeste con zapatos negros para la ocasión.

Doctor Oso [Furry/Bara] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora