ー❝Antes de salvar a alguien, deja que te salven a ti❞
Cuándo no podía ser peor qué los padres de la joven muchacha se fueran a un largo viaje dejándolos solos. Las sombras llegan haciendo un estruendo y revelaciones hacia quién es el amor de su vida...
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•Cabra Negra•
Tanto el cómo yo, nos dirigíamos a un lugar que era desconocido para mí, pero que claramente el sabía a donde iba.
Cuesta pensar que hay instalaciones cómo estas debajo de una simple y sencilla cafetería llamada Anteiku en donde solía venir con Rize o Nimura.
Un suspiro salió de mis labios.
Miró su espalda ancha la cual sólo me limito a seguir, el ambiente esta tenso y ni evito pensar en la discusión que habíamos tenido en esta mañana, la cual se formó por una simple tontería. Tampoco puedo evitar pensar en la carta que hace poco me mandó mi padre, aún no la he leído, pero Juliana me la dio antes de irme; ahora esa carta se encuentra dentro de mi corset.
-Llegamos-Escucho la voz ronca de Kaneki-Pasé lo que pase, no se asusté.
¿Asustarme de qué?
-De acuerdo.
Me tomo de mi muñeca y me hizo entrar sobre una habitación, que para mí sorpresa, era una muy bonita, muebles por todos lados, un estánte lleno de libros, un candelabro arriba, y personas que para mi eran desconocidas y que se me quedaron viendo.
-¿Y tu quien eres?-Pregunto hosco un hombre de traje blanco. -Hermano, ten cuidado-Le aviso otro vestido de la misma forma-El rey esta aquí.
-¿El rey?
Kaneki coloco una mano sobre mi hombro haciéndome hacia atrás, posicionándose en frente de mí.
-Vaya~-Caturreo una voz escondida-Hasta que te dignas a venir.
Conocía de vista a aquella chica, Yoshimura Eto.
Me sorprendió tener que verla ahí, no pensé que ella tuviera algo que ver con... Kaneki.
-Naki-Volteo hacia el hombre que me había hablado grosero-Cuidado y le faltas el respeto a su reina-Sonrio burlona a lo que el bufó.
Estar ahí, era estar como en una obra.
Kaneki era el protagonista, los demás eran antagonistas y yo... Yo era solo un extra.
•••
Los que ríen al último... Ríen mejor...
Un señor de avanzada edad se encontraba sobre su escritorio, con un sin fin de cuchillas enterradas sobre el.
Nimura Furuta, estaba sentado a su lado con una sonrisa adornando su rostro.
-¿En verdad es bueno hacer esto? Era tu padre-Comentó Uta acercandose a el.
-De seguro ni se acuerda de mi rostro-Agregó Furuta-Es hora de que el trono sea mio.
Toda la familia Washuu había sido víctima de una masacre, los responsables de esa masacre, eran los que se hacían llamar "Los payasos".
