❁◤ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪɪɪ◥❁

231 28 4
                                    

•Salvación•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Salvación

Vivo aún si no me veo bien”

La alarma resuena dentro de la Coclea, los prisióneros fueron liberados de sus celdas.

Haise Sasaki camina entre los pasillos del palacio de los Washuu, preparado para confrontar a cualquiera que se le interponga.

Porqué fue entrenado para un solo propósito, un propósito que el desconoce.

Sus pasos resuenan entre la lujosa casa, su mirada fría haría qué cualquiera que se interponga en su camino se quitará de inmediato.

Otros pasos del otro lado.

Nimura Furuta le sonríe interponiendose en su camino.

—Quítate.

—Ahhh ni hablar.

Nimura sonríe incrédulo, pero el mismo sabe que meterse con el, es buscar su propia muerte.

Oculta su miedo con una sonrisa, porqué el que ríe al último ríe mejor.

—Bien...

Fue demasiado rápido que cuándo Nimura se dio cuenta ya estaba sobre el suelo intentando ser asfixiado por Haise Sasaki.

Furuta lo aparta de encima suyo, pero no es suficiente.

Sus cabellos negros se mueven elegantes de acuerdo a los movimientos que hace.

—Es suficiente.

La última misión cómo Haise Sasaki es recibir la culminación de la existencia de Kishou Arima

Sus ojos se encuentran como cuchillas afiladas, ambos saben que es el fin, solo para uno de ellos dos. Ambos iris grises se encuentran y suspiran.

En movimientos rápidos y elegantes, ambos se atacan.

Como una dulce melodía que resonaba hasta lo más profundo de su ser, como la metamorfosis. Vuelve a renacer, la canción de cuna llega a su mente y su vista es cegada por el peligro inminente.

En una extraña pirueta logra su objetivo y lo corta.

La sangre se desborda de su cuerpo y siente como quema.

Mientras penetrante sin piedad el cuerpo del humano invencible con un sinnúmero de cortes, en su mente resuena una voz como un deja-vu.

El hombre sonríe en silencio mientras la espada lo corta nuevamente.

Su cuerpo cae lentamente ante la mirada aguada de Sasaki.
Antes de que su cuerpo toque el duro suelo, Haise lo atrapó entre sus brazos. Su mirada reflejaba tristeza con un matiz de arrepentimiento.

—Señor Arima...—balbuceo Ken.

—Escuchame... Ken Kaneki... Ya no me quedaba tiempo...

—¿Qué es lo que quiere de mi, Señor Arima?

➵sᴇᴄʀᴇᴛᴏ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora