ー❝Antes de salvar a alguien, deja que te salven a ti❞
Cuándo no podía ser peor qué los padres de la joven muchacha se fueran a un largo viaje dejándolos solos. Las sombras llegan haciendo un estruendo y revelaciones hacia quién es el amor de su vida...
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•Dolor•
Hace algunos días, semanas, casi un mes que alguien le había enviado una carta.
El remitente.
Eto.
Para :Ken Kaneki.
Kaneki, hace tiempo que no te veo, ¿Cuantos años han pasado? ¿Cuatro tal vez? Eso no importa ahora.
Tengo muchas ganas de verte, desde la última vez que nos vimos he querido verte y decirte lo mucho que te detesto.
No...
No me gusta engañarme a mi misma.
Kaneki, haz empezado a gustarme, tenemos muchas cosas en común.
Me gustas Ken Kaneki.
Iré a visitarte algún día.
Yoshimura Eto.
Y entonces sucedio aquello.
Takizawa, aquel hombre que había conocido y admirado a Arima Kishou, fue encargado de raptar a Ken Kaneki, su hijo.
El odio recorrió todo su ser al verlo, y no contuvo sus ganas de hacerle perecer el dolor de su padre.
Cuándo sentía que sus esperanzas de vivir habían terminado, cerró los ojos y espero el siguiente golpe, pero nunca sucedió, sus oídos se ensordecieron, no escuchaba nada, pero fue capaz de sentír cómo un cuerpo recibía el siguiente golpe que debía haber recibido el.
El delgado cuerpo cayó, y Ken Kaneki recupero sus cinco sentidos.
Recordar eso era algo de lo cual se sentía avergonzado y arrepentido. Por culpa suya habían herido a la persona que había jurado proteger.
Miraba a aquella chica que lo había llevado a su perdición.
Eto tomaba té en la taza se porcelana que sostenía en sus manos. Kaneki la miraba esperando la respuesta a lo que había preguntado.
-¿En verdad crees qué puedes irte así cómo así?-Esos penetrantes ojos verdes lo miraron-Tu eres...
-El rey, y como rey te ordeno qué me dejes volver.
-¿Para que quieres volver?
-Tu muy bien sabes por qué, Eto-Mascullo.
Eto sonrío cautelosa.
La puerta se abrió estrepitosamente dejando ver a Tatara.
-Eto, vienen hacia acá.
Se levantó de la silla bruscamente y tiro la taza de té al suelo ocasionando que el té se derramará sobre sus zapatos.
