Tú y yo (RitsuXMisaki)

Capítulo 16

Narra Misaki:

Los nervios llenan todo mi cuerpo impidiendo que mi respiración sea calmada, y es que llevo pensando en cómo le diré a Usagi-san lo que siento sobre nuestra "relación" desde que Onodera-san me lo aconsejó...hace ya una semana...de verdad soy muy lento pensando. He hecho antes esto ¿no? Cuando no me gusta algo se lo digo o se entera por si solo ¡Puedo con esto! Aprieto mi puño para tocar la puerta pero no se mueve ¡Maldita sea! ¡No puedo! Es difícil tener las palabras adecuadas cuando no sé qué pueda pasar, tal vez se enoje, me ignore o quiera tener sexo en su escritorio...ninguna de las opciones me convence. A ver...es sencillo "Usagi-san, esto no está funcionando ¿podemos salir a comer juntos?" "Usagi-san, creo que estas poniendo demasiada distancia entre ambos, ya me dieron mi pago mensual ¿Vamos al cine?" "Usagi-san ¡la sala es muy cómoda para trabajar! ¿No quieres intentarlo?" "Usagi-san, si seguimos así creo que comenzaré a buscar un apartamento pequeño para mi...¿no quieres intentarlo de nuevo? ¡¡AHH!! ¡Nada puede salir bien con estas opciones! ¿Tan malo soy pensando respuestas a estas situaciones? Algo debe funcionar ¡cualquier cosa!

Dispongo mi mano de nuevo frente a la puerta pero una sola palabra me viene a la mente "Imposible" es claramente imposible hablar con él, y la posibilidad de que tenga una respuesta que me agrade es menor al 1%. Es totalmente imposible y ya está. Lo siento Onodera-san pero no pude, seguro lo decepcionaré un poco pero debe entender que mi capacidad del habla es tan baja como mi altura a comparación del promedio ¡Ni siquiera tocaré el tema cuando nos veamos! No es como si fuese importante, lo dejaré pasar y veré qué sucede con mi supuesta relación con el escritor. Un instante antes de que me gire para regresar a mi habitación, la puerta frente a mi se abre, mostrando a un poco cansado Usagi-san mirando fijo hacia mis ojos. Mis piernas se hacen gelatina al instante por lo que me apoyo en el marco de la puerta sin parar de mirarle.

-¿Venías a algo?

-U-U-Usagi-sa-san...n-no e-era na-nada...

-Llevas un rato parado aquí, te escuché desde adentro. Debes tener algo para decir- ¡¿Es que vivo rodeado de adivinos?! ¡¡Malditos los dos!!

-P-pero e-era u-una estupidez, n-no importa y-ya-Giro para salir de ahí pero su mano en mi hombro me detiene.

-Entonces ¿por qué estás tan nervioso?-Maldito Usagi-san.

-E-es f-frío, n-no n-nervios-Bien, tal vez ahora sí estoy exagerando un poco mi vocalización, pero todo porque me crea.

-Entra entonces si tiemblas tanto-No me da opción de responder, más me jala dentro de su estudio...y yo sigo esperando que me pasen cosas buenas-¿Qué tienes? No te creo el que sea por el clima si está cálido adentro-Me acorrala contra la pared.

-P-pero i-igual t-tengo frío.

-Y puedes parar de hablar así.

-¿Por qué me metiste aquí si no me crees?-No puedo luchar contra él, si ya lo supo no hay nada que pueda hacer.

-Porque así no puedes escapar de mi ¿Qué querías decirme?-Dirijo mi mirada hacia a la puerta para evitar la de él y rechisto leve: la única opción que no tomé en cuenta era que podía hacer esto, y claramente es la de mayor probabilidad.

-No es nada.

-Claro que lo es. Dime-Toma mi barbilla para que lo mire. No cederé, no esta vez. Me quedo mirándolo, pero sus ojos púrpura son suficientes para helarme la sangre y hacer pasar un escalofrío por mi espalda.