✰ One-shots ▒ Detroit: Become Human.

◈ Love & Hate ◈ → Reed900.

Título:  “Love & Hate” «amor y odio, en inglés.»

Explicación: referencia al dicho "del amor al odio hay un solo paso".

Pareja: Reed900 «Gavin×RK900»

Advertencias: Humor leve. Fluff leve. One-shot largo. RK900 es llamado Vincent.

Palabras: 2256.

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Espero que disfrutes tu lectura.

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    Estar con su novio, lo hacía muy feliz.

    Por más que le costó admitirlo, era la pura verdad; un "pedazo de hojalata" había conseguido adueñarse fácilmente de su testarudo corazón. Vincent, como le había llamado después de una fuerte discusión con Hank y Connor, había captado su atención desde el primer momento, de forma negativa, por supuesto. Si ya de por sí su predecesor le resultaba ridículo, cuando él llegó, casi se le ríe en la cara.

    Aún lo recordaba. Fowler ya le había avisado de la llegada del androide, advirtiéndole también que si no cooperaba, enfrentaría serias consecuencias al ver que este no paraba de quejarse. Lo vio entrar a la estación y casi escupe el café en la cara de su compañera. Llegó a pensar, que estaban jugándole una broma para internet.

– Muy bien, chatarra – lo interrumpió, antes de que aquel pudiera presentarse – Ahora es el momento en el que dices "era un experimento social", te quitas esa máscara de idiota y salen los tipos con las cámaras.

    Su compañera, Tina, soltó un par de risas secas que se fueron apagando a medida que la inexpresiva cara del androide, no cambiaba en lo más mínimo. Ella también quiso creer que sólo era un chiste.

– Lamento decepcionarlo, detective – habló luego de unos largos minutos de silencio – Pero a diferencia de usted, no vine aquí a jugar. Me han informado hace media hora de que hay un nuevo caso y vine a buscarlo para que nos vayamos... a menos claro, que quiera que sea el señor Fowler quien le dé la orden – agregó al ver que el otro hombre ya estaba abriendo la boca para replicar.

    Gavin se mordió el labio inferior con fuerza, intentando contener todos los improperios que amenazaban con salir. ¿A caso a los muñequitos de plástico ahora les ponían sentido del humor? Era lo más desagradable que había escuchado. Básicamente, sentía como si le hubieran dado la versión "perra odiosa" de Connor. Maldijo para sus adentros, mostrando una sonrisa enorme, falsa.

– Entonces, ¿qué estamos esperando? Adelante, abrelatas, yo te sigo.

    Ignorando el apodo, avanzó hacia afuera de la estación, yendo hacia el que antes había identificado como el auto de su compañero. Ambos se subieron y, luego de que el androide le diera la dirección exacta, se pusieron en marcha. Para mala suerte del humano, la escena del crimen estaba casi a la otra punta de la ciudad, por lo que le esperaba un camino bastante incómodo. Apenas diez minutos después, se aburrió de escuchar música a máximo volumen. Aprovechando que habían parado frente a un semáforo en rojo, envió una mirada mal disimulada al androide. Le entraron ganas de molestarlo.

– Y dime... ¿tú qué modelo eres? – intentó iniciar conversación.

– ¿Quiere que yo conduzca, detective Reed?

– ¿Por qué preguntas eso, pedazo de plástico?

– Al parecer, usted es ciego. Que yo sepa, en mi saco claramente dice mi modelo – si no fuera porque el semáforo se había puesto en verde y algunos autos de atrás comenzaron a tocarle bocina, de seguro le hubiera saltado encima para darle una merecida paliza. ¿Quién se creía que era? ¿Acaso no sabía con quién se estaba metiendo?