Equinoccio

ESPERANZA

Hola, apreciada y querida manada.

Hoy toca nuevo capítulo, por fin después de buen rato.

Noticia rápida: primero, ya salí de clases y oficialmente empiezan vacaciones. Esto no es del todo bueno, sí ya no iré a la escuela pero me queda ir a trabajar en tiempo completo. Aun así, comprometido con esta grata etapa en mi vida, me adaptaré al nuevo horario, es decir, solía escribir en las tardes pero con estos cambios tendré que hacerlo en la noche.

Haré lo posible para traer capítulos un poco más seguido pero no puedo prometer nada.

Una última cosa, como ya avise antes, este cap sigue la subtrama de Dilla y Niho.

Por lógica, sería una narración de este último a sus amigos pero dada la necesidad, en esta ocasión será narrada en tercera persona. Conforme avanza la lectura verán porque. Hay cosas que Niho no podría narrar por no estar presente en ese momento, así que tómenlo en cuenta ^^

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"Llámame –esperanza- y seré lo último que pierdes"

El "paseo" fue más corto de lo ambos esperaban.

Ahora Dilla y Niho eran rehenes.

Rodeado de leones desconocidos, poco podían hacer. Aun así, ninguno de los dos perdió el semblante. Debían mostrarse seguros y mantener la cabeza al frente, aprovechar cualquier oportunidad.

-¿Te preocupa Ste?- Le susurró Dilla a Niho, aunque el albino no parecía cuidar la discreción.

-¿Por qué lo dices?-

-Estás muy callado. Ya debiste haber retado a pelear al menos a un león. Es eso o piensas como escapar. ¿Estoy en lo correcto?-

Dilla se había hecho muy bueno deduciendo las cosas. Esto podía ser motivo de admiración... o todo lo contrario, alguien a quien temer en una conversación.

-Sí, es Ste – Admitió Niho.

-Él no podrá hacer nada en estas circunstancias. Están por todos lados-

-No es eso. No he visto a Ste pasar o hacer alguna señal de su presencia. Estos leones dijeron que podría estar en problemas. ¿Y si es así? ¿Y si fue mala idea mandarlo?

-No entres en pánico, hermano. Ste es el ave más astuta de todas. Quizá no nos ayude a salir de esta, pero lo que sí sé es que él está bien-

-Suficiente parloteo – Dijo el primer macho con quien se toparon en ese sitio. Parecía no ser el líder de toda la manada pero sí portaba algo de poder frente a los demás.

Toda la manada paró de golpe y Dilla y Niho quedaron en el centro de un círculo formado por leones.

-Katakana, ya sabes que hacer- Dijo su hermano sin verla.

-No estoy convencida de esto- Le respondió la hembra.

-No me importa, solo ve- Ordenó y no dijo palabra más hasta que su hermana desapareció en dirección desconocida.

Niho entrecerraba los ojos, analizando, como si supiera a la perfección lo que seguía.

-Te tardaste- Le retó el león de ojos celestes – Ya sé que planeas, solo dime, serás tú quien tenga los cojones de pelear, ¿o mandaras a tus mediocres sirvientes a hacer el trabajo sucio?-