La hija del magnate americano

Cap 1 | La noticia

Pov Charles:

Lunes otra vez, odiaba ese día. Desde que papá nos abandonó odiaba todo lo que hacía referencia a él ¿por qué nos abandonó? Aún no tengo idea. Un lunes sólo se fue y jamás regresó y desde entonces mi madre se ha encargado de educarme, de tratar de sobrellevar mis pleitos en la secundaria y mi mal humor repentino.
Tengo una hermana menor, es una adolescente de 14 años y un hermanito de cuatro años llamado Chárter, vivimos con nuestra madre al sur de
California

Hoy me levanté temprano, nuestro entrenador de fútbol nos avisó que hoy vendría una comisión a observar los jugadores de nuestra escuela y que habría una competencia para mirar el avance del equipo.

-¿Manito nos llevarás hoy a la escuela?-me preguntó Chárter.

Yo era alguien de poco hablar, pero con Chera y con Chárter era muy diferente, incluso con nuestra madre aveces me mostraba un poco frívolo, pero la quería mucho.

-Si enano.-respondí.

La escuela de los chicos era primaria y quedaba a un km de la secundaria a donde yo asistía. A los chicos les gustaba que yo los llevara, aunque la mayor parte del tiempo era yo quien los llevaba, pues, mi madre trabajaba en el Resort Carrara interprise el cual quedaba muy retirado de casa y la mayor parte del tiempo no estaba. Los chicos por lo general odiaban el transporte escolar, al igual que yo, pero hace unos meses que nuestra madre compró un Toyota camry 2015 y desde entonces yo me encargo de llevarlos a la escuela en el.

Después que dejé a los chicos en su escuela tomé mi móvil y le escribí a mi madre.

Yo:
Ya dejé a los chicos en la escuela...

Mi mamita:
Que bueno, recuerda ir a recogerlos, probablemente esté allá el miércoles.

Yo:
Ok.

Por suerte el trabajo de mi mamá, aunque no producía mucho, daba para pagar alguien que cocinara y cuidara los chicos, ya que yo casi no paraba en casa.

Llegué a la secu e inmediatamente fui a mi casillero, guardé mi mochila y me dirigí hacia donde se estaría llevando acabo la actividad.

-Señor Odoner llega tarde.-me decía un entrenador agitado.

-Ya estoy aquí ¿no?-respondí con sarcasmo.

-¿Se va a quedar ahí parado o entrará al campo?

Sin decir nada más me dirigí al campo de juego y al llegar algunos chicos se separaron de mi como siempre, pues, ellos saben lo que les conviene.

Cuando iba a girar a ver si veía a alguien familiar algo impacto mi cara...

1...2...3...

Como pude rápidamente abrí mis ojos y veo a dos chicos que vienen hacía mi con una gran sonrisa y con una muy cómplice por cierto.

-¿Seras estúpido Jay? No sabes que esa me la vas a pagar con creces?-le dije.

-¡Hey! Tranquilo bravucón. Fue Max quien tiró el balón.

-¿Max sabes lo que te espera verdad?

-Muy bien sabes que me lo debías por decirle a Jennifer que me besuquie a su amiguita.