Cap 10 | Cuando hay competencia aumenta el interés

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Pov: Keren

El sonido de mi celular que indica las notificaciones me despierta. Son las seis de la mañana y por lo general me despierto a las ocho.

Miré mi movil. Era un mensaje de un número desconocido. Es verdad que cualquiera se puede equivocar y mandar un mensaje a tu teléfono celular, pero no se podia decir lo mismo de mi número, pues, lo había mantenido tan oculto del mundo exterior que solo algunos miembros de mi familia lo habían podido conseguir.

Abrí el mensaje y empecé a leer...

-¿Por qué lo haces? Por qué me robas el aliento y luego te alejas, por qué me envuelves en la locura de tus labios y luego te vas?

Ese mensaje me llevó a revivir cada una de las pautas de esos besos de Charles. Jamás nadie me había besado así, y creo que jamás me dejaría el corazón sentir tantos destellos de pasión en un beso. Pero por más que Charles me mueva el tapete debía ponerle un stop a todo, pues estaba comprometida con Luthor y con él me iba a casar. Se que a Helen le dolería y que quizás no me hable por un poco de tiempo, pero es una niña y luego se le pasará. En cuanto a Charles Odoner, debo ser la Keren frívola, amargada, privona y popis que soy con todos, también con él, aunque por dentro sienta algo inmensamente inexplicable.

Con pocas dudas de quien me escribió respondí:

-¿Charles?

-Si, ¿como supiste que era yo?

-Charles, lo siento. Entre tú y yo no puede haber nada. Disculpame por besarte, fui una tonta, me dejé llevar por el momento. Lo siento, y no me escribas más.

Cada letra que escribí fue con una lagrima en los ojos, pero por más que sintiera algo por él, sabía que sería un riesgo total; y, sin olvidar las fotos que nos tiraron y la regla de papi Martin.

No recibí respuesta alguna luego de el mensaje que envíe. Charles quizás estuviera enamorado de mi, pero era igual de orgulloso que yo. Y nisiquiera le pedí explicación para saber como consiguió el número, pero me imaginaba quien se lo había dado.

Luego de ducharme, bajar a la cocina, comer un rico desayuno hecho por Maria y ver algunos pendientes del Minut Carrara interprise, hotel que me había regalado papi, fui al jardín.

Luego de estar minutos y minutos siendo una con la naturaleza, vino uno de los sirvientes y me dijo que teníamos visitas.

Sin muchos animos y sin ganas algunas de separarme de la belleza de las flores y rosas caminé hacia el recibidor de la mansión. Mientras caminaba iba pensando en Charles y me preguntaba, ¿por qué no nos conocimos en otras circunstancias? ¿Por qué tiene que gustarme alguien como él? Y ¿por qué solo quiero alejarme de él de la boca para afuera?
En ese trance de pensamientos llegué al recibidor, pero no había señales de que hubiesen llegado personas.

Entonces mis ojos fueron cubiertos por dos delicadas manos de mujer y con un exquisito perfume que mis fosas nasales aún no habían podido identificar, si conocía la marca de el perfume, era un Gucci pasión, aún que nadie cercano a mi lo había usado antes y por eso no pude reconocer de inmediato quien era. Pero la chica cometió un error, al ver que no pude identificarla por el perfume se empezó a reír, y esa risa si la conocía.

-¡¡¡Enmayelin!!!!

Entonces soltó mis ojos y nos dimos un gran abrazo.

-¿Sheylin sabe que regresaste?

-¿De quién crees que fue la idea de usar un perfume diferente?

Entonces Sheylin salió de una especie de escondidijo.

La hija del magnate americanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora