Cap 3 | Romeo y Julieta

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Pov Narrador:

Ha pasado una semana desde que Keren empezó su plan para vengarse de Charles, la castaña a estado planeando un sin fin de cosas y ninguna le parece sensata. Ella quiere un plan perfecto que haga pagar a Charles su ofensa y que la haga parecer inocente.

Keren se levantó temprano, como siempre se vistió de su color favorito, rosa obviamente, no sin antes meterse a la ducha y disfrutar un grandioso baño.

Al salir de su habitación se encontró a María.
—¡Buenos días María!—saludó, pues sabía que ella siempre le reclamaba por eso.

—Buenos días señorita Keren, le tengo buenas noticias, su madre llamó y el lunes de la próxima semana estará aquí.

—¡"Wow"! ¡Qué alegría escuchar eso! ¿Y por qué no me llamó a mi móvil y me lo dijo? —dijo la castaña frunciendo el ceño.

—Porque se cansó de llamarle a su móvil y le respondía el buzón.

Ahora recordaba, ayer apagó el móvil ya que el profesor de artes la quería involucrar en la obra de Romeo y Julieta. Le gustaba actuar pero... ¿Y si eso no la dejaba pensar bien en su venganza?

—¡Oh espera! —dijo en su mente.

¿Y si hacia a Charles participar y ahí realizaba su venganza? Él sólo la había ofendido, pero ella quería hacerle respetar, oh bueno, en realidad sólo quería vengarse.

—Señorita, ¿está bien? Sabe que puede contar conmigo! —e dijo María sacándole de sus pensamientos.

—¡Ah si! Sólo estaba imaginando a mi madre junto a nosotras. —mintío.—Y se que puedo contar contigo.

María no era tan vieja, tenía unos 29 años y empezó a trabajar con los Carrara desde sus 16, ella había visto crecer a Keren desde muy pequeña y ambas se tenían mucho cariño, ella no solo era la mayordoma de la casa, también era la que preparaba los desayunos de Keren y las comidas especiales de la familia.

(***)

Pov: Keren

Salí de la casa pensando en que pronto tendría a mi madre junto a mi, en realidad me hacía bastante falta.

Hoy no tenía ganas de manejar, así que, le pedí a uno de los chóferes que me llevara. En mi casa solían haber tres chóferes uno de mi madre, uno de mi padre y una hermosa chica que era mi chófer personal, la cual renunció hace poco, la verdad no es fácil soportarme. Por lo que veo tendré que contratar otro.

Al llegar al Instituto me bajé del auto con la esperanza de no toparme con el profesor de teatro, y así fue, por lo menos en el inicio de clases.

Busqué a Sheylin y luego de encontrarla nos dirigimos a nuestra clase de matemáticas.
Yo era buena en todas las materias, pero esta me entraba poco. Luego de entrar me quedé observando algo inusual, el estúpido del becado estaba atrás, vestía muy elegante, su mirada estaba pérdida en otro universo y nisiquiera se molestó en mirar a ver quien hubiese llegado al salón.

Luego de que el profesor Ricardo escribió en la pizarra y nos explicó algunos ejercicios se detuvo diciendo:

—¡Chicos disculpen!

Todos miramos.

—Charles ponte de pie. -—le dijo al chico sentado en la esquina del fondo.

—El es Charles Odoner, es nuevo en este Instituto y viene por primera vez a nuestra clase, sean buenos con el. Y... Hablando de otro tema, mañana tenemos un parcial que valdrá 10 puntos para el examen final, lo siento por ustedes, al nuevo no le toca.

La hija del magnate americanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora