HyunJin tenía el día libre, y no lo desaprovecharia por nada en el mundo.
Amaba estar serca de su querido omega y el olor de éste, era como una droga.
Dulce y fascinante.
Se giró a ver como JeongIn aún dormia con suma tranquilidad, últimamente estaba más cansado que el mes anterior, pero el doctor les dijo que eran síntomas normales.
—¿Jinnie? —el castaño hablo entre sueños y con una de sus manos, tanteaba la cama hasta dar con un fornido pecho.
—Buenos días bebé —musitó HyunJin y le dejó un besito en la frente.
JeongIn sonrió por la accion de su novio y se pegó a su cuerpo.
—¿Quieres desayunar? —preguntó el alfa pasando un brazo por la cintura de su omega.
—mm, en un ratito, quiero quedarme así contigo —respondió haciendo un pucherito, y sin poder evitarlo, ese gesto prendió al azabache.
Ver a JeongIn con solo una de sus camisetas blancas, todo despeinado y con sus labios rojos lo tentó.
Así que besó sus belfos, con paciencia y amor.
—Que bueno es despertar así — comentó divertido el castaño y se sonrieron mutuamente.
—Quiero mimos Jinnie— pronunció JeongIn y le hizo ojitos.
—Todo lo que mi rey me pida — la habitacion se llenó de risas y besitos por parte de la pareja, que terminó en una entrega total de anatomía.
—mmm... Quiero darme una ducha ¿Me acompañas? —pregunto JeongIn y el alfa lo miró levantando una ceja.
—Seguro—respondió divertido al ver como el omega se sonrojaba y corría al baño.
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