Midoriya Izuku y Todoroki Shotou son amigos, pero también aspirantes a héroes y recientemente pareja.
En una relación debe haber muchas cosas, como compañerismo y admiración por el otro, eso fue lo que desató el amor entre estos dos futuros héroes...
Hola! MiyuKatz de nuevo. Les traigo la segunda parte de esta historia. En esta ocasión el capítulo está narrado por Bakugo porque siento que es una influencia poderosa y también de sentimientos profundos, Disfruten.
Es verdad que nunca valoramos lo que tenemos, hay tantas cosas que di por hecho, como si pudiera disponer de ellas cada vez que lo deseara: admiración de todos esos extras, mi propio kosei e incluso temor.
Me acostumbré desde pequeño a los halagos por mi grandioso poder, todos me miraban hacia arriba reconociéndome como su líder indiscutible, a lo cual no fue difícil acostumbrarme. Es por ello que comenzaste a molestarme, pese a tener tu admiración, siempre me topaba con tu mirada de cachorro cada vez que me encontraba en problemas.
"¿Estás bien, Kacchan?"
"Pudiste haberte lastimado, ten cuidado"
"Parecía que necesitabas ayuda"
¿Cómo mierda osabas mirarme hacia abajo? Odiaba eso, y más viniendo de un Deku inútil, un perdedor sin kosei como tú. Por respuesta siempre obtenías mi furia, mis puños contra tu cara. Parecías nunca aprender.
Sin embargo, también disponía de ti, de tu estúpida nobleza que te hacía estar cerca para ofrecerme ayuda y yo para rechazarte y mirar tu expresión de nerd derrotado. El ciclo se repetía con el paso del tiempo, me causaba satisfacción, incluso placer.
Soy un hombre de carácter explosivo y dominante, como mi vieja. Por eso siempre disfrutaba de esa sensación de poder que me daba el someter a alguien, para que nunca olvidaran que yo siempre estaría por encima de ellos. Pero contigo era un caso especial, generalmente esos extras se mantenían alejados una vez que aprendían cuál era su lugar y el hecho de tenerte al alcance te convertía en mi presa, sentir el miedo en tu voz, verte temblar al punto de llorar... era adictivo.
Por eso, el que te lanzaras como un idiota a intentar rescatarme de aquél villano me enfureció aún con toda la impotencia que me daba el no poder librarme por mí mismo. Después de ver tu constante mejora y dominio de particularidad el sentimiento sólo empeoró: estaba obsesionado contigo, yo mismo encontraba despreciable el dedicarle tanto tiempo a pensar sólo en ti, en todas las horas de entrenamiento para ser el número uno... no, eso era mentira, también deseaba volver a someterte, tenerte contra el piso y...
¿Qué demonios me pasaba?
Eso fue lo único que pensé durante varios minutos cuando te vi saliendo de la escuela, con una estúpida sonrisa en tu cara mientras el bastardo mitad y mitad te rodeaba con un brazo. Tu correspondiste apretándolo de la cintura y recargándote en su hombro.
El tiempo se detuvo, todo se volvió lento y yo seguía sin salir del trance. Así, lento, como en las películas, el bastardo mitad y mitad me miró de reojo. Puedo jurar que me sonrió de esa forma que sólo él lo hace antes acercarse más a tu cara y besarte.
Literalmente, exploté.
- ¡Oye, oye! ¡Tranquilo, viejo! – dijo el pelo de mierda sujetándome por detrás - ¿qué te pasa?
- ¡No me toques, imbécil! – grité mientras forcejeaba, pero él sólo endureció su agarre- ¡suéltame, te mataré!
Seguí generando explosiones hasta que llegó Aizawa sensei para borrar mi kosei y llevarme por la fuerza a la oficina del director donde por un buen rato recibí regaños de él y otros profesores por perturbar el orden y la seguridad en la escuela, me dieron una semana de castigo. Pero ni eso logró bajar mi coraje.
Esa misma tarde terminé de mala gana mi limpieza de castigo, comenzando por limpiar el área quemada por mis explosiones. Aventé el balde de agua en el cuarto de herramientas y azoté la puerta con todas mis fuerzas, igual ya no había nadie cerca.
- qué bueno que acabaste – dijo alguien detrás de mí.
Era lo último que necesitaba: el idiota pelo de mierda esperándome hasta tarde. No contesté, simplemente seguí mi camino apretando los dientes, pero es obstinado y comenzó a caminar a mi lado.
- ¿está todo bien? parecías bastante alterado hace rato. Hasta Todoroki y Midoriya regresaron para preguntar qué había pasado...
- Oye, está bien si no quieres hablar de ello... -
Nunca entendí cómo era que ese idiota de mierda tenía las agallas para seguir ahí, pero ciertamente era algo que respetaba.
- Es sólo que – resoplé molesto – no me gusta que se preocupen por mí como si fuera débil.
- ¡Claro que no! eres el más fuerte y el mejor de la clase, no eres débil para nada, pero no pidas que no hagamos nada si pareces en problemas.
Este tipo... de nuevo, no contesté nada y seguimos caminando en silencio. Parece que esta clase está llena de gente como tú, Deku. Lo terminé de comprobar luego del incidente en Kamino, pero ya nada sería lo mismo, como lo dije, damos muchas cosas por hecho y en un momento todo cambia, yo también me di cuenta que puedo llegar mucho más lejos, incluso le pagué lo que el pelo de mierda gastó en sus lentes de visión nocturna, me miró completamente confundido, pero no sabía cómo devolverle el favor o mostrar aprecio por lo que hizo, eso de ser amable no se me da.
Ahora, todo es diferente, incluso vivimos en el mismo lugar donde te veo cada mañana ir a la escuela y regresar en las tardes con el bastardo mitad y mitad, ambos tienen esa sonrisa estúpida a su manera. Lo más notorio quizá, aunque deteste admitirlo, es lo fuertes que ambos se vuelven estando juntos, no solo soy yo, a diario escucho a todos en clase hablar al respecto.
- ¡qué asombroso! ¡yo también quiero una relación que me inspire y me haga liberar tanto poder! - exclama el escandaloso de pelo de mierda a mitad del entrenamiento.
