Capítulo 9: Coexistir

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Abril 18

No pasaban de las nueve de la mañana cuando me encontraba rumbo a tu casa, no sé si fue el largo trayecto que me aguardaba o el afán que tenía por verte.

Aunque debo mencionar que en está ocasión fue realmente incomodo estar ahí. Tus padres y tu hermano-quien estaba de visita-me recibieron y no quiero tergiversar la realidad pero creo no les agrade demasiado...

Mi unico alivio fue que te encontre en mejor estado, ahora no usabas pijama y tenías impregnado el olor del perfume que usualmente usas. Una vez más estuvimos es tu habitación, me mostraste una colección de vinilos auténticos y nunca creí que todas esas veces que te vi con los audífonos puestos estuvieras escuchado algo de Lesley Gore o Ray Charles.

Eres la definición viva de sorpresa.

Terminamos recostados en la cama, oyendo uno de esos discos y mientras se reproducía una de las más tranquilas piezas que he escuchado, observaba detenidamente tu perfil, mantenías los ojos cerrados y movias estilizadamente tus manos al aire. No supe en que momento lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas y en ese instante volteaste.

Tu mirada preocupada se mantuvo en mi por un momento posteriormente, sin decir nada, acunaste mi rostro y con los pulgares limpiaste todo rastro; No me cuestionaste, sólo sonreiste puramente para mí, entonces, un nudo se formó en mi garaganta y una voz en mi cabeza gritaba que  no te merezco.

Nuestro momento finalmente fue interrumpido por la puerta siendo tocada, era tu madre quien traía té, nunca bebo té; Aún más confundido quedé cuando le agregaste lo que parecía leche y me lo diste, debo suponer que mi rostro era de total desagrado porque te pusiste nervioso y comenzaste titubear. Me generó tanta culpa y ternura que tomé la taza, la cual era tan diminuta que no me acostumbraba y lo bebí sin prejuicios porque eso te haría feliz.

Ahora tengo un problema Sicheng, el té con leche sabe delicioso o sólo fue el cariño con el que lo bebi.

Me fui de tu casa pasadas las ocho, había tenido el mejor momento estando contigo, bebiendo el que me dijiste es tu té favorito y comiendo esos pequeños panecitos triangulares que he olvidado como los llamaste.

Parecía que algo nuevo me esperaba o al menos eso creía hasta que la puerta de mi habitacion fue abierta con brusquedad y una botella impactandose en la pared me dejó helado.

Un nuevo comienzo |yuwin| Parte 1 (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora