Spuky estudiaba en una academia llamada "La Academia", un antiguo castillo donde en épocas de antaño se solía proteger a las plantas de poderosas e imparables hordas de zombies que arrasaban y exterminaban todo a su paso. Actualmente es usado para entrenar a los futuros defensores de las plantas.
Le gustaba mucho su academia; más bien, le gustaba destacar en todas las materias y ser envidiado por todas las plantas de aquel lugar. Las plantas no podían darse el lujo de regresar a sus respectivos hogares dada la lejanía de la fortaleza; por ello, la Academia tenía 4 casas a su disposición para que las plantas durmiesen en ellas. Cada una estaba destinada para cada tipo de planta combatiente: una modesta casa para los lanzaguisantes, otra desasosegada para las carnívoras, la más hermosa para las girasoles y la más elevada para los cactus.
Un bonito día, decidió empezar a faltar a sus clases de formación cívica y ciudadana por considerarlas una pérdida de tiempo. Todos sus compañeros salieron de la recámara principal guiados por el prefecto al salón de clases. Spuky se fugó de la fila mientras todos ingresaban a la clase; cerraron la puerta y lo dejaron afuera solo. Era la primera vez que se ausentaba de una clase y no había pensado en qué usaría su tiempo libre. Al rato, se aseguró de que no hubiera ninguna planta rondando por el pasillo y decidió subirse a una escalera que había por ahí por curiosidad. Lo condujo a lo alto de una de las grandes torres de la Academia, desde el cual pudo contemplar a las girasoles que entrenaban en el jardín.
Observó a una girasol que resaltaba de entre las demás; sus ojos brillaban con la luz del sol; sus pétalos eran más radiantes que el sol mismo; su elegancia al correr y desplazarse por la maleza era majestuosa: era la criatura más hermosa, una belleza de la naturaleza.
Sin embargo, su temperamento contrastaba con su apariencia angelical, pues durante el entrenamiento cuando veía a otras girasoles holgazaneando en vez de estar curando a sus compañeras caídas, se cabreaba y descargaba toda su ira en ellas, llegando a arrancarles los pétalos a las más descaradas y darles contundentes cabezazos a las más tercas. Todos los días que Spuky faltaba a sus clases, siempre la encontraba pisándole la cabeza a alguna de sus compañeras girasoles y por eso ya ninguna se atrevía a hablarle. Aquello condujo a que se sintiese como una girasol rara e incomprendida y que Spuky se enamorara aún más de ella, porque ella se parecía mucho a él, sólo que nunca llego al extremo de maltratar a sus compañeros por flojos y perezosos...
Así que un día, al verla llorando en un banca del jardín después de una riña que había tenido con unas girasoles, bajó corriendo de la torre a consolarla. Apenas la tuvo enfrente no dudo en correr hacia ella y darle un tímido abrazo. Ella se sobresaltó, y asustada le dio un puñetazo que lo dejó bien muerto en el suelo. La girasol lentamente abrió sus ojos llorosos y vio aterrada que se trataba de un pobre lanzaguisantes plasma. Se lamentó por haber reaccionado de esa forma y se tiró al suelo junto al cuerpo inconsciente de Spuky para curarle con su rayo de curación arcoíris.
Aquello lo revitalizó y le dio fuerzas para levantarse, y apenas pudo volver a fijar sus ojos en ella, le dijo sonriendo que ella era la girasol más fuerte y hermosa que había visto jamás. Sus palabras le llegaron directo al corazón de la girasol y se enamoró perdidamente de él. Ambos se cogieron de la manito y se dieron un apasionante beso que duró lo suficiente como para que ninguno de ellos lo pudiese olvidar jamás.
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#1 La bella historia de Spuky y Shaiming - PvZ GW 悪
De Todo"En medio de la eterna guerra entre plantas y zombies, el lanzaguisantes plasma Spuky estudia en "La Academia" y en uno de sus días matutinos descubre a una hermosa girasol entrenando en el jardín que, sin esperárselo, cambiará el rumbo de su vida p...