Y nuevamente, después de dos semanas de estar allí, desde temprano varios alfas se encontraban frente a nuestra entrada, algo que me molestaba un poco, odiaba estar rodeado de tanta testosterona a altas horas de la mañana por tanto tiempo ¿no tenían nada mejor que hacer?
—¿Podrían darme permiso?
—¿A dónde vas, lindo? ¿Puedo acompañarte? —dijo uno de los alfas, podía olfatear la excitación.
—Lo siento, pero tendré que rechazar tu oferta —intenté sonreirle con amabilidad—, las compras prefiero hacerlas solo.
—No es bueno que un omega ande solo por allí.
Todos volteamos hacia el lugar de donde salió aquella voz, mis ojos se toparon con los suyos nuevamente, odiaba la sensación que recorría mi cuerpo nuevamente, me sentía demasiado vulnerable. ¿No podía dejarme en paz de una buena vez aquel alfa? Simplemente era molesto que viniera diario con la manada de lobos hormonales a probar suerte.
—¿Por qué no es bueno? No es como que no sepa defenderme y hasta ahora he notado que es una ciudad tranquila, dudo mucho que me vaya a pasar algo.
—No deberías de confiarte tanto, omega, desde aquí puedo decir que realmente no eres muy fuerte, no podrías derribar a un alfa, de eso estoy seguro.
—Bueno, el que pueda o no derribar a un alfa no es de su incumbencia, su alteza —luché contra mis ganas de rodar los ojos—, tenga un lindo día.
Me abrí paso como pude entre los hambrientos alfas, podía sentir sus lujuriosas miradas sobre mí, me daba asco el imaginar cuántas cosas ya habrían fantaseado. Alfas tenían que ser.
—Deje de seguirme.
—No quiero.
—¿Acaso su alteza no tiene nada mejor que hacer? —bufé mientras veía las frutas de aquel mercado apretándolas un poco, entre más jugosas mejor.
—No.
Vaya que ese alfa era un idiota, por lo menos podía haber disimulado que tenía algo que hacer, nunca creí conocer a alguien tan directo y terco.
—¿En verdad no tiene nada que hacer? —volteé para verlo molesto, ni siquiera me empeñaría en ocultar mi enojo con él— Como aprender a sentarse y alzar el meñique al tomar té.
Él río en ese momento provocando que mis mejillas se calentaran.
—Tus ideas sobre la nobleza son demasiado extrañas —dijo entre risas provocando que yo suspirara exasperado.
—Estoy seguro de que la mayoría de los simples mortales como yo pensamos lo mismo.
—¿Y eso es?...
—Que les enseñan a sentarse derechos, a decir palabras cultas y a saludar —alcé mi mano en ese momento para imitar los elegantes saludos de las princesas—. Corto, corto, laaargo —imité la voz chillona y "elegante" de las omegas.
Jungkook estalló en risas provocando que yo riera un poco también.
—¿Es en serio?
—Mhm —respondí mientras tomaba un par de frutas más para minutos después pagarlas—, ya sabes, para los nobles la clase ante todo —alcé mi dedo meñique nuevamente.
—No es tan sencillo como lo dices.
—Pero si ustedes nacen con todas las facilidades del mundo ¿por qué no lo sería?
—¿Y ustedes qué? Los gitanos se la viven despreocupados de fiesta en fiesta ¿o me equivoco?
—Ese es el primer juicio erróneo que tiene la sociedad sobre nosotros. Así como ustedes los nobles no solo son "Corto, corto, largo" nosotros no nos vivimos todo el tiempo bebiendo y bailando; también pasamos por momentos difíciles.
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Danza del Vientre ➳ Kookmin
FanficSe dice que los gitanos son de lo peor; que lo único que saben hacer es robar y estafar, sin embargo, hay una característica que los hace irresistibles, la danza de vientre que muestran en cada show. ¿Qué pasaría si el alfa heredero del trono es ca...