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Nos encontrábamos sentados todos en la mesa. Me sorprendía de sobremanera que todos cupiéramos allí. En especial los dos mastodontes que parecían mis guardaespaldas.

—Muchas gracias por cuidar a mi cachorro —dijo mi padre con una genuina sonrisa. Sus emociones siempre habían sido claras a través de su rostro. Estaba seguro de que a pesar de que intentara ser hipócrita jamás lo lograría.

—No tiene que agradecernos, al contrario, gracias por dejarlo vivir en el palacio con nosotros.

«No es como que le dejaran mucha opción» pensé luchando por no rodar los ojos.

Después de un par de horas hablando la mirada de Jungkook se cruzó con la mía, segundos después me enseñó la lengua y yo simplemente ladeé mi cabeza confundido ¿estaba haciendo eso en serio? ¿aún era un cachorro? ¿los cachorros de la nobleza podían hacer eso también? Pronto una socarrona sonrisa apareció en su rostro y yo no pude evitar fruncir el ceño, por lo que también le saqué la lengua. Una vez que alguien me buscaba de maneras tan infantiles, me encontraba.

Jungkook tapó su boca para evitar que una risa saliera, podía notarlo por su expresión completa.

—¿Todo bien, joven Jeon? —preguntó mi padre con preocupación.

—Todo bien.

—¿Seguro, joven jeon? —pregunté tratando de ocultar la sonrisa que amenazaba con formarse en mis labios— No me gustaría que uno de nuestros invitados se sienta mal.

—Qué amable, joven Park.

—Sabe que estamos a sus órdenes —respondí con una pequeña y algo burlona sonrisa.

—Tomaré su palabra.

La mirada de Jungkook seguía combatiendo con la mía, sin embargo, el ambiente era un tanto diferente. Dios, sus ojos eran tan hermosos, el color grisáceo que poseía era simplemente magnífico. No pude evitar escanear el resto de su rostro. Cuadraba a la perfección, cada parte convivía con la otra en suma armonía. Era un alfa perfecto.

«Mío.»

Al escuchar a mi lobo me sorprendí e inmediatamente rompí el contacto con Jungkook ¿qué estaba pasándome? Jungkook era el hermano del rey de aquel lugar, y el involucrarme con él sólo significaría problemas. Espera ¿involucrarme con él? ¿En qué jodido momento había considerado siquiera "involucrarme"? ¿Cuál era mi definición de involucrar?

—¿Todo bien, hijo? —preguntó mi padre sacándome del caos mental que sufría en esos momentos— De repente te vi muy pálido ¿quieres descansar un rato?

—Sí, eso es lo que necesito —respondí inmediatamente levantándome—. Hoy deseo dormir aquí, sus altezas ¿me concederían ese permiso?

Tanto Jungkook como NamJoon me vieron más que extrañados. No me sorprendía, finalmente había estado hablándoles de una manera tan casual que el ser tan formal con ellos ahora sería completamente raro.

—Claro, Jimin, sabes que no hay problema y-

—¡Muchas gracias! Iré a dormir en este instante ¡buenas noches!

En ese momento corrí hasta mi habitación para encerrarme. Mi corazón latía como loco, y estaba seguro de que no era por haber corrido. ¿Por qué Jungkook de repente me había causado tantos conflictos? ¿Desde cuando un alfa me hacía sentir tan jodidamente... extraño? Jamás me había dejado intimidar por alfas, y mucho menos cuando me intentaban cortejar. ¿Qué pasaba con Jungkook? Él ni siquiera me intentaba cortejar y aún así había momentos donde no podía dejar de pensarlo. ¡No había pasado ni un mes!

Danza del Vientre ➳ KookminWhere stories live. Discover now