Capítulo 16

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AUSENCIA


Lorenzo entró a su casa, abrió la el balcón y todas las ventanas del apartamento esperando dejar alguna entrada para el desaparecido animal, con la esperanza de que pronto regresara a casa. Después sirvió un poco de comida en en el platón y lamento no haber conversado más con él. 

El joven miró el techo y reflexionó. 

¿Cuántas personas tenían la oportunidad de poder comunicarse con sus mascota como iguales? 

Arrepentido se dirigió a la ducha y empezó a preparar el calentador cuando de pronto escuchó el timbre; "Dindun", sonó una vez, "Dindun" una segunda vez. Se envolvió rápidamente en una toalla y abrió emocionado la puerta sin si quiera otear por la mirilla. Extrañamente había pensado algo estúpido, como si los gatos pudieran tocar los timbres. Pero eso había pensando Lorenzo justamente, que Kamus estaba tocando la puerta como un ser humano haría...

Cuando abrió se dio cuenta de lo estúpido de su pensamiento o lo incauto que podía llegar a ser sometido por tontos impulsos. Frente a él había cuatro ojos avergonzados observándolo en paños menores. Un par de ojos amarillos lo veían con de forma burlesca, mientras que los otros dos ojos de color miel se sorprendían igual que los suyos al mismo tiempo que se ruborizaban sus rostros... 

"Verónica" susurró Lorenzo. 

"Hola..." lo saludó tímidamente la chica.

Su exnovia y la única que había tenido a lo largo de su vida se encontraba frente a él con Kamus cargado entre sus brazos. 

El Gato de Mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora