REVELACIONES
Lorenzo iba camino a su departamento, bueno, ya no era solamente suyo, también era de Kamus el gato, y de Verónica quien ya llevaba unos días viviendo con ellos. Y la verdad, para el joven era muy sencillo convivir con ambos. Por una parte la chica era una mujer emprendedora y ordenada, y por otro lado el gato era muy divertido, incluso ella y el animal se la llevaban bien.
Mientras atravesaba el parque que estaba junto a su edificio recordó que un día hace algunos años, cuando recién había conseguido su propia independencia, se había enamorado de su compañera de apartamento, la misma que poco después había llegado a casa con un pequeño gatito negro en una caja. En un principio el felino había estado muy apegado a ella, la reconocía como su dueña, y para él, aquel gato resultaba un completo extraño. Como habían cambiado las cosas desde entonces, desde que Verónica había decidido irse dejando al gato con él para que no le pesará tanto la soledad y el corazón roto.
Lorenzo sonrió al recordarlo.
"Debo decírselo" se dijo así mismo al pensar en Kamus. Debía decirle a Verónica que escuchaba hablar al gato. Si estaba loco, era mejor que ella lo supiera. Ya no le parecía algo grave, sin embargo, para otras personas sería bastante anormal, así que debía decírselo si de verdad quería una relación sana y diferente a la que alguna vez deterioraron juntos.
Cuando llego al edificio y subió a su departamento, Lorenzo se sorprendió de ver a la chica sentada con la espalda recostada a la puerta temblando, y con los ojos desorbitados. Parecía estar sudada y estupefacta.
"¿Verónica?" Lorenzo se acercó a ella asustado. "¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?". se sentó a su lado.
La chica se abalanzó sobre el muchacho y lo abrazó con fuerza. Se prendió a él como si su vida dependiera de ello.
"Lorenzo" susurro con la voz temblorosa. Las lagrimas estaban por desbordarse de sus ojos. "Ha ocurrido algo" dijo sin soltarse del cuerpo de su novio. "¿Qué pasa mi amor?" preguntó Lorenzo con dulzura tratando de mantener la calma, pero en su cabeza se dibujaban mil y una catástrofes. Una enfermedad. Un robo. La muerte del gato o de algún familiar.
Mierda, estaba por perder los nervios él también.
"Creo que me volví loca" dijo Verónica finalmente.
"¿Qué te has vuelto loca?" preguntó Lorenzo sorprendido.
"Sí, me he vuelto loca" continuó ella. "Escuché hablar a Kamus" confesó.
Lorenzo se echo a reír sin pensarlo dos veces.
"No te rías" lo desafió ella llorando. "Te juro que lo escuché hablar".
Lorenzo se inclinó para besarle la frente y la abrazó muy fuerte.
"Lo sé" dijo con una sonrisa torcida.
***FIN***
POSDATA
Gracias a todos por seguir esta divertida, tierna, y filosófica historia de comedia y romance. Todo lo que puedas decir, todo lo que quieras comentar será recibido con gratitud y amor. Pero algo debo decirte primero, recuerda, que no importa los engaños que pueda hacerte tu mente, lo que importa de verdad esta resguardado en tu corazón... Y algo más, recuerda que es una equivocación simplemente pensar que un animal no tiene mente, no tiene alma, y no tiene corazón. Ellos nos hablan siempre, en su idioma, a su manera, pero siempre están queriendo decirnos algo, cierra los ojos, abre tu mente, pon atención y escucha...
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El Gato de Mi Ex
HumorEl Gato de Mi Ex, ganadora del Concuros "Book Latinos 2019" cuenta la historia de Lorenzo un joven adulto que recientemente vive solo. Bueno, no tan solo, tiene la compañía permanente del Gato que dejo su ex novia al romper con él. A pesar de que se...