Capítulo 20

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LA CONVERSACIÓN


"¿Por qué hiciste eso?" preguntó Lorenzo, tenía el rostro constipado y la mirada colérica. El gato alzó la vista y lo contempló por un rato antes de hablar. Tardo tanto, que incluso el joven pensó que ya había vuelto todo a la normalidad y su ataque de locura había terminado, sin embargo, para su desgracia no fue así.

"De pronto se me apeteció una mano femenina" respondió Kamus con ironía. "No hablo sólo del mordisco" continuó Lorenzo, "por qué la trajiste, por qué escapaste y no seas condescendiente".  El animal se quedó serio y respondió "pensé que necesitabas ayuda" dijo. "Pude sentir tu tristeza, la soledad que se volvía insoportable" el gato saltó sobre la cama y volvió a encarar a su dueño. "Y Lorenzo, nadie, nadie debe sentirse así nunca". 

"¿Y tú respuesta es una chica que te abandonó?" preguntó el muchacho consternado. "¿Eso crees? ¿que me abandonó?" Kamus frunció el ceño. "Bueno, por el tono de tu voz parecía que hacerse cargo de un animal como yo fue una desgracia para tu vida". 

Lorenzo se sentó en la cama y trato de acariciar al animal pero éste lo evitó aún con el ceño fruncido.

"No" respondió. "No fue una desgracia", de pronto Kamus levantó la cola y sonrió. "Lo sé, y es precisamente la razón por la qué me dejo aquí" puntualizó. "¿A qué te refieres?" quiso saber Lorenzo. "Ella sabía que abandonarte iba a debastarte, que iba a generar cierta barrera y que ibas a terminar en un circulo de tristeza. Así son los duelos, así se siente la perdida, así son todas las ausencia" el gato se acercó al joven y se sentó sobre sus piernas. "Y fue por esa razón que me dejo, no quería dejarte pasar por todo eso solo. Incluso en ese momento, cuando tuvo que tomar la decisión más dura para su vida, que era dejar todo lo que habían empezado y comenzar desde cero con el corazón roto, te puso por encima de ella, y me dejo contigo". 

Lorenzo no pudo decir nada. Aquellas palabras hicieron que su corazón palpitara aún más fuerte por esa chica, por su exnovia, había hecho que ese amor que estaba asunte volviera todo de repente, tan fuerte, que le hizo doler el pecho.

"¿Lo entiendes ahora?" preguntó Kamus. "Entiendes por qué la traje". Lorenzo acarició la cabeza del gato. "Sí, lo entiendo ahora". 

"Es aquí donde ella debe estar" dijo finalmente el animal sonriendo de oreja a oreja. 

El Gato de Mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora