El recién llegado guardián observó con interés el artículo que su compañero sostenía, aquel cayado era lo que Jack ocupaba para controlar el viento. La duda permanecía en su rostro, eso no era prueba suficiente para demostrar, ante sus ojos, la inocencia del chico.
-¿Crees que eso es suficiente? Sé que Frost está del lado de Pitch, el haber aceptado irse con él y hecho oídos sordos a las palabras de Lunar es prueba más que suficiente. Yo mismo los escuché ese día ¡A ese imbécil no le importan los niños! - Expresó colérico el guardián.
-Sí que eres necio, Conejo. - Suspiró Santa agotado por las palabras de su amigo, guardó el cayado junto a sus espadas.
-Mira quien lo dice. - Reprochó Conejo con el ceño fruncido mientras intercambiaban miradas de molestia.
-Conejo - Norte intentó convencerlo -Sé que algo no va bien, si Jack trabaja con Pitch ¿Cómo es posible que aún no lo hayamos encontrado durante todos estos años? -
-Por la misma razón por la que Pitch decidió contraatacar ahora después de despertar, solo piénsalo Norte... - Respondió el mamífero - Si piensan enfrentarnos puede que ya hayan preparado algo, debemos estar listos para sellarlos a ambos y acabar con las amenazas que representan ¿Qué te hace creer lo contrario? ¿Cómo pueden pensar aún que la decisión de lunar fue la correcta? -
-Lo presiento, aquí. - Respondió el otro con tono calmado mientras tocaba su pronunciado estómago.
-¿Crees que me tragaré el cuento de tu barriga? - Refutó el guardián de la pascua.
-Amigo mío, en esto no hay cuento alguno, es verdad que hay una sensación que mueve el interior de mi barriga. - Intentó hablar con paciencia el guardián del asombro, pero su gesto dejaba en claro que estaba a nada de perderla.
Cerca de ellos, Sandman los observaba con cierta incomodidad, no le resultaba agradable ver a sus compañeros pelear, mantuvo distancia para no verse envuelto en la riña. De repente el extraño parpadear de las luces del globo llamó su atención al igual que la de los duendes que laboraban cerca. Hizo un intento por llamar a sus conflictivos compañeros jalando la camisa de Norte, quien pauso su discusión con el conejo para prestar atención al guardián de los sueños.
-¿Qué ocurre, Meme? ¿No ves que estoy hablando con él? - Preguntó con un tono de enfado, producto de la discusión.
Sin prestar atención al tono con el que le respondió, formó un pequeño mundo de arena sobre su cabeza a la par que señalaba el parpadeante globo. El mensaje no pudo quedar más claro para los que estaban peleando, quienes se giraron para comprobar la situación.
Aquella inestabilidad de las luces causó gestos de desconcierto en los rostros de los presentes, unas luces parpadeaban, otras brillaban con menos intensidad y algunas se apagaron sin dar esperanza a volverse a encender.
Norte se acercó abriéndose paso entre sus ayudantes. -¿Qué ocurre?- Preguntó a los yetis que veían el panel con nerviosismo. - ¿Revisaron la rotación? - Volvió a cuestionar, recibió como respuesta una afirmación, en busca de respuestas comenzó a operar el panel de control.
- No creo que ese sea el problema, presta atención. - Dijo Conejo acercándose al globo. Las luces seguían parpadeando de manera inusual, destacando que el suceso solo ocurría en una parte del mundo. Norte volvió la mirada al panel frente a él.
- No parece haber error en las lecturas, eso quiere decir que la creencia de los niños está inestable - Murmuró para sí mismo - Pero no entiendo, ¿Por qué? - Los pensamientos del guardián se vieron interrumpidos por una repentina idea, la cual involucraba a la ausente guardiana. Se volvió a sus compañeros y caminó hacia ellos. -Tenemos que ir con Hada.
Norte sacó una esfera de nieve de entre sus ropajes y, tras nombrar el hogar de su compañera, esta mostró una imagen pequeña del palacio, lanzó frente a él el esférico objeto dejando que apareciese un portal, los tres guardianes entraron de uno en uno, cerrándose tras el último. Aparecieron en una parte alta de la montaña, hogar de la guardiana. Silencio, era todo lo que se escuchaba, aquel lugar rebosante de actividad en días normales, ahora se encontraba sumido en una profunda e incómoda calma.
-¡Oh, Guardianes! Llegaron más rápido de lo que pensé.- La voz era acompañada por la figura de un ser que reconocían perfectamente.
- ¡Pitch! - Nombraron a la par Norte y el Conejo alzando sus armas contra él, Sandman lanzaba una severa mirada hacia su contraparte, después de ver aquella arena negra revolotear cerca de ellos.
Pitch carcajeó altivo. -Veo que reconoces mis lindas pesadillas Sandman. - Parte de aquella arena oscura comenzó a acumularse al lado del mencionado y a tomar la forma de un caballo que cabalgaba dócilmente a su alrededor.
-¡¿Qué estás haciendo aquí?! - Preguntó Norte sin dejar de apuntar con sus espadas al espíritu del miedo. Fue Conejo quien le atacó lanzando sus boomerangs, pero, antes de que estos le tocasen su cuerpo se volvió tan ligero como una sombra y las armas regresaron con su dueño.
- ¿Estás tú solo? ¡¿Dónde está ese maldito Frost?! - Cuestionó mientras recuperaba sus armas en el aire.
-¿Jack? - Una pequeña y discreta risa salió de Pitch. - Él está ocupado con... - El rey de las pesadillas hizo una pausa y prosiguió sin desaparecer la retorcida sonrisa de su rostro. -...otros asuntos. -
Norte se mostró confundido por la respuesta, en su estómago persistía aquel mal presentimiento.
-Así que de verdad están aliados. - Escupió sus palabras con molestia el guardián de la esperanza.
- ¿Acaso importa en estos momentos? - Montó su caballo manteniendo la mirada sobre sus enemigos. -Deberían preocuparse por los suyos, nunca aclaré que estuviese sólo. -
Un fuerte estruendo sonó al fondo del palacio dental y de inmediato la preocupación tiñó el rostro de los guardianes, entrando más a profundidad al hogar de su compañera vislumbraron montones de pesadillas volar de un lado a otro y las pequeñas hadas huir de estas.
- ¡Tiene a las hadas! - Dijo Conejo lanzando una de sus armas contra un par de pesadillas que perseguían a las pequeñas ayudantes, pero el ataque sólo evitó que un par de ellas fueran capturadas.
Cuando la atención de los guardianes estaba centrada en recuperar a las pequeñas, un fuerte estruendo hizo retumbar los muros del lugar, el impacto había soltado una espesa nube de polvo y una vez que el viento aclaró el lugar. Frente a ellos se mostraba una escena que difícilmente pudieron procesar, el cuerpo de su compañera yacía levemente hundido contra la piedra, en su rostro se podía apreciar un gesto de dolor y de su cuerpo unas cuantas de sus plumas caían con lentitud. Antes de poder ordenar sus ideas, el atacante se hizo ver en cuanto su cuerpo aterrizó cerca de los inmóviles guardianes.
- Sandman...- Norte fue el primero en hablar, sacando del trance a sus compañeros. - Recupera a las hadas... Conejo, ve por Hada. - Ordenó con profunda voz mientras levantaba una de sus espadas. - Yo me encargo de él. - Su rostro era marcado por el enojo y sus ojos reflejaban rabia pura. Frente a él no se encontraba cualquier enemigo, aquel enorme mono representaba, no sólo el regreso de un viejo enemigo, también el retorno de un asesino.
Notas finales: (Pueden omitir)
Agradezco profundamente a @bekitalindita por ser mi Beta, pero sobre todo a ti por continuar leyendo esta historia a pesar de mi inactividad. Gracias por leer, espero quite haya sido de ti agrado y nos vemos en el próximo capítulo.
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Mía Es Tú Libertad - Secuela
FanfictionHistoria para mayores de 18 años Puede contener abuso y relaciones no consentidas, leer bajo tu propia responsabilidad. Continuación del one-shot 【Mía Es Tú Libertad】 de la película "El origen de los guardianes". Pitch X Jack Si es la primera vez q...