¿Por qué?
Fue lo primero que estaba en mi mente al despertar aquella noche de luna llena, mientras una voz dijo un nombre... mi nombre: Jack Frost. Lo miré atentamente, su luz tenue y cálida era capaz de despejar la oscuridad, a pesar de la confusión, verlo me traía tranquilidad. No comprendía porque, pero el mirarlo me resultaba extrañamente nostálgico y familiar, me agradaba. Pero pronto me enfrenté a la realidad, ¿por qué estaba aquí? ¿Dónde estaba? ¿Qué estaba haciendo antes? No sabía cómo había llegado ahí, pero no me preocupaba.
Mi primer contacto con los humanos no fue muy bueno, nadie me notaba, de hecho, me atravesaban como si no fuera nada, estaba confundido y frustrado, se parecían a mi, ¿por qué no me miraban? Corrí a Lunar para preguntar por qué pasaba esto... pero no respondía, estaba seguro de haberlo escuchado hablar me había dicho mi nombre, no era ningún delirio mío. Cada día preguntaba al cielo nocturno, pero no había ninguna respuesta. Poco a poco me fui cansando y dedique mi tiempo a experimentar con mis poderes, el viento podía llevarme a cualquier lugar, quizás alguien podría darme explicaciones.
Pero estaba equivocado... nadie me notaba, no era nadie... por más que causará ventiscas, jugara con los niños y me pusiera a vociferar frente a ellos, simplemente me ignoraban, relegaban mis acciones a simples causalidades o accidentes afortunados. Conocí a los guardianes, o bueno, solo los veía mientras viajaba, los niños se divertían más con ellos, de hecho... hablaban de ellos. Me di cuenta que no solo sentía frustración, realmente estaba celoso de los "guardianes".
Los investigué antes de acercarme, veía todas las noches pequeñas hadas y arena dorada, pero los que menos se dejaban ver eran el conejo y el hombre fornido. Este era conocido como Santa, y parecía el más accesible, así que lo seguí una vez regresaba de su día especial, me llevó unos meses, pero entré al taller, curioso de qué hacía. Unas bestias me sacaron de inmediato, así que encontré un nuevo juego, debía entrar, no solo por ver qué había dentro, sino, ver que tan capaz era de huir. Estaba emocionado, alguien podía verme y podíamos jugar, aunque ellos no parecían divertirse.
Pronto supe que aquel famoso "Santa" se llamaba Norte, y era más grande en persona. Me presenté con orgullo y dije mi nombre. Me miró con sorpresa y me inspeccionó de pies a cabeza, sentí un poco de incomodidad.
- Así que tu eres el famoso Jack Frost. - Me miró a la cara y yo asentí con algo de emoción.
"Famoso"
Pensé emocionado, si había escuchado de mi, significaba que alguien sabía de mi existencia y había esparcido mi nombre.
- Hombre de la luna me habló de ti hace mucho, tenía curiosidad por conocerte. - Mi actitud positiva cambió, y se canalizó en el enojo al escuchar aquello. No supe qué dijo después, no quise escuchar más. Si había escuchado de mi, significaba que Lunar y él habían hablado, entonces... ¿Por qué Lunar me ignoraba?
Le debía mi existencia, pero su frialdad hacia mi me tenía confundido... ¿acaso no era digno de escucharlo? Entonces, ¿por qué me había llamado? Perdí la cuenta, pero no fueron pocas las noches donde gritaba frustrado al cielo por una explicación, la cual nunca obtuve... me tomó muchos años e incluso décadas para darme cuenta de que todo lo que hiciera, era un esfuerzo inútil, por más que gritara con todas mis fuerzas, mi voz, mis súplicas nunca llegarían a él.
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Mía Es Tú Libertad - Secuela
FanfictionHistoria para mayores de 18 años Puede contener abuso y relaciones no consentidas, leer bajo tu propia responsabilidad. Continuación del one-shot 【Mía Es Tú Libertad】 de la película "El origen de los guardianes". Pitch X Jack Si es la primera vez q...