𝐋𝐀 𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐀 𝐆𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ━ d. malfoy y tú.

iv.

"friends are not supposed to kiss"

- NO SÉ QUE decir. - dije confusa.

- Yo tampoco.- dijo.

Y sin esperar  a que respondiera juntó nuestros labios en un largo beso. Cuando nos separamos fue por la falta de aire. Le miré a los ojos y vi que me estaba sonriendo.

- No sabes cuantas ganas tenía de hacer esto.- me dijo con una sonrisa.

Me limité a bajar la mirada y sonreí.

- Buenas noches, linda.- me dijo mientras desaparecía por el pasillo.

- Buenas noches- le dije con la voz entrecortada.

Cuando me aseguré de que se había ido di un largo suspiro y me dejé resbalar por la pared hasta quedarme sentada en el suelo. Intentando ignorar que Draco Malfoy me había besado, y me había dicho hermosa.

'Y yo que hago ahora' pensé. No podía contárselo a Harry porque se pondría furioso, así que decidí irme a dormir, hoy había sido un día muy largo.

[/*]

Cuando desperté vinieron a mi mente todos los recuerdos de ayer, y apareció en mi cara una sonrisa tonta que estuvo allí toda la mañana. 

Nos encontrábamos mi hermana y yo en la biblioteca haciendo la tarea de pociones cuando me vino a la mente lo que pasó ayer con Draco.

- Hermione - la llamé.

- ¿Mhm? - repondió concentrada.

- Tengo que contarte algo. - ella solo asintió con la cabeza. - Mhm... ayer... - dije intentando buscar las palabras adecuadas - ayer... -suspiré- ayer besé a Malfoy- dije con un susurro.

- ¡¿Que ayer hiciste qué?! - chilló pero cuando se dio cuenta de en donde estábamos se tapó la boca con las manos y repitió con un susurro- ¡¿Que ayer hiciste que!?

Suspiré, sabía que se pondría así. Me limité a bajar la mirada y a asentir.

- ¿Se lo has dicho ya a Harry?- dijo cerrando sus libros.

- No, eres la única que lo sabe.

- ¿Como dejaste que pasara?- me reprochó.

- Bueno yo... - comencé pero me callé, no quería aceptar que de verdad quise besarle.

- ____ será mejor que termines con esto.- yo solté un suspiro, recogí mis cosas y me fui, tenía que hablar con Draco.

Fui hacia las mazmorras y entré en nuestra sala común. Allí estaba, sentado en uno de los sillones cerca de la chimenea.

- Draco... - le llamé mientras buscaba las palabras adecuadas para hablar con él.

El levantó la vista y cerró el libro que tenía en sus manos.

- ____ - noté algo de sorpresa en su voz. - ¿todo bien?

- Quisiera hablar de lo que pasó ayer. - dije con voz firme.

Vi como se formaba una leve sonrisa en su rostro al recordar nuestro beso.

- Claro, hablemos. - dijo haciéndome una seña para que me sentara en el sitio de al lado suyo.

- Si se entera Harry nos matará, siempre se pone muy sobre protector con esas cosas.

- ¿Y por qué tiene que importarnos lo que piense ese estúpido de Potter? - dijo levantando la voz.

Le miré en forma de reproche al oír como lo había llamado.

- No podemos seguir con esto. Harry es mi mejor amigo y...

- Yo también lo soy.- dijo serio.

- Si pero es diferente, vosotros sois enemigos no puedo hacerle eso a Harry. Además se supone que los amigos no se besan - recalqué.

- Bien, si eso es todo entonces vete.- al oír esas palabras tan frías sentí como si me hubieran tirado un cubo de agua helada. Yo no quería separarme de Draco pero tampoco de Harry.

- Bien.- le dije enfadada mientras me levantaba del sofá.

- Bien.- me dijo levantándose también.

Los dos nos quedamos mirándonos lo que parecieron horas, hasta que no pude contener más y fui hacia Draco, y el fue hacia mi y nos fundimos en un largo beso. Pegué un salto y enrollé mis piernas en su cintura. 

- Iros a un hotel...- dijo Blaise entrando por la puerta.

Al oírle Draco y yo nos separamos rápidamente el uno del otro, ambos rojos como un tomate.

- Más vale que sea bueno.- dijo el rubio enfadado.

- _____ tu hermana te está buscando quiere preguntarte algo.- dijo Theo confuso.

- Gracias Theo...- dije nerviosa - nos... nos vemos mañana, dije mirando a Draco de reojo.

Sin esperar respuesta salí de allí y me encaminé hacia la biblioteca, ya que mi hermana prácticamente vive allí. Pero no podía parar de recordar el momento con Draco. Sentir sus labios con los mios, sus manos en mi cintura y mis manos enroscadas en su pelo...

Encontré a Hermione en la biblioteca y me acerqué a ella.

- ¿Y bien, lo hicistes?- preguntó impaciente mientras cerraba el libro que estaba leyendo.

- Si - mentí - está todo arreglado.