Cap.2 (Parte III) - Cinco chicas

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En el comedor, cinco chicas almorzaban de forma silenciosa en una de las mesas, mirando sus platos, sin dirigirse ni una palabra la una a la otra. Jacqueline carraspeó la garganta y alzó la cabeza para ver si alguien le haría caso, solo Priscilla la miró.

—¿En serio no lo vamos a conversar? —preguntó el Gato, moviendo su tenedor de un lado al otro. —Me están haciendo sentir como una tonta, tampoco es que haya sugerido venderla cual ganado, ¿no?

—No es eso...—dijo Sammy, cogiendo un vaso con jugo de fresa —, es que no le veo la razón a buscarle novio.

—¡Ya dije que no vamos a buscarle novio!

—Ok, un prospecto, llámalo como quieras.

—Chicas, —Ashley enrollaba sus tallarines y alzaba la vista hacia las demás —hablen más bajo que las van a escuchar.

—Sí, insisto en que nos van a despedir, —Marjory aplastaba una papa con el tenedor —si lo hacemos y se enteran de que fuimos nosotras, Patty nos va a despedir.

—Patty, no. —Priscilla se limpiaba el rostro con una servilleta. —Lo hará C. Patty comprendería.

—Escuchen... —Jacqueline dejó sus cubiertos de lado, —¿por qué no lo conversamos con las bases? Ellas deberían saber...

—¿Quieres meter a las bases ya? —Sammy sonaba más crispada que antes. Su paciencia estaba por disolverse.

—Yo creo que si hacemos una encuesta sobre qué les parece la idea, ellas podrán dar su opinión, ¿no?

—¡No meteremos a las bases en esto!

—Sam, te recuerdo que somos líderes, podemos votar aquí.

—¡No! Me niego y para mí, esto se acabó —Sammy recogió su bandeja, se levantó de su asiento y se fue sin despedirse hacia el lavadero.

Las muchachas siguieron almorzando en silencio.

—Gato... deja de presionarla... —Marjo abrió un recipiente con uvas y lo colocó en el medio de la mesa —sabes que Sammy no dará su brazo a torcer.

Jacqueline suspiró, cogió dos uvas y miró a Sammy salir del comedor, muy molesta y sin mirar atrás.

En su oficina, Patricia conversaba por teléfono mientras no despegaba los dedos de su teclado. Tenía una expresión preocupada y seria, se mordió los labios, cerró exasperada los ojos un poco y siguió escuchando al interlocutor.

—Necesitas una nueva proyección. Va a ser imposible contratar al doble de personal... ¿Cómo has pensado manejar esa cantidad de personal? ¿Tendríamos que hacer planes de expansión...?

—No te estoy diciendo que lo vamos a hacer, te estoy pidiendo que me des las opciones.

—Aun así... no tengo personal ni yo mismo para hacer ese estudio... ¿piensas pagarnos horas extra?

Patty suspiró y cogió el tigre en su escritorio. Lo amasó de tal forma que cuando lo volvió a dejar en la mesa, el animal se encontraba tan deforme que requirió el doble de tiempo para regresar a su forma original. Si había algo que no le gustaba eran las cuentas de la editorial. Sabía que no podía seguir contratando más personal, pero sabía también que cada vez que una candidata pasaba las pruebas y era elegida, significaba un aumento en la economía de esa familia. Todas las muchachas que aplicaban al empleo de Planeamiento provenían de situaciones de pobreza o de riesgo, todas ellas conocían el significado de la palabra necesidad y querían salir adelante para una mejor educación y colaborar en el hogar.

Prisma : Se busca magoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora