Cuando me despierto, el olor a café inunda mis sentidos.
Por lo que me comporto como un zombie y bajo las escaleras guiada por el fantástico olor matutino del café.
El eco de unas voces agudas, y muy chillonas, se van haciendo audibles progresivamente.
Amber y su tropa.
Ya ha pasado un mes desde la boda y aún así no parece cansarse de intentar joderme con sus estúpidos comentarios, así que yo he optado por hacer caso omiso.
Cosa que le pone negra.
-Buenos díaaas.- Digo irónicamente mientras voy directa a hacerme una taza de café.
Ni si quiera me molesto en mirarlas.
Pero no recibo ninguna contestación por lo que doy por hecho que ellas han decidido ignorarme.
Mejor.
En cambio lo único oigo es un molesto cuchicheo por su parte.
-Chicas, será mejor que vayamos a elegir los vestidos de la fiesta de esta noche. ¿Sabéis que solo puedes ir si te invita un chico de la fraternidad?.- Dice Amber, restregándomelo por la cara, obviamente, ya que yo carezco de amigos. Especialmente tíos.
A lo que sus secuaces responden cosas como: oh si, menos mal que todos nos quieren en sus fiestas... etc.
-¡Que tengáis un buen día!- Les digo con una sonrisa mientras se dirigen a las escaleras, ignorándome, y de vez en cuando mirándome con cara de asco.
Esta situación me divierte, sinceramente.
Vierto el café en una taza blanca y me siento en un taburete de la mesa de la cocina.
Le doy un buen trago y el cuerpo me lo agradece.
Esta buenísimo.
De repente la presencia de mi madre en la estancia provoca que casi me ahogue del susto.
-Por dios mamá, ¿podrías decir hola o algo, y no comportarte como un fantasma?.- Le digo con lágrimas en los ojos mientras toso como si me fuera la vida en ello. Que en cierto modo lo es, porque casi no puedo ni respirar.
-Lo siento cariño, no pretendía asustarte.- Dice dulcemente. <<¿Pero no ves que me estoy muriendo?, haz algo...>> me digo a mi misma.
Cuando ya dejo de toser y compruebo que he sobrevivido y que puedo respirar, doy otro trago a la taza de café.
-Bueno, y ¿que tal la luna de miel?, ¿lo habéis pasado bien?
-De maravilla, las Islas Griegas son lo más bonito que he visto nunca. Era taaaaaan relajante...- Me dice mientras se sienta en un taburete en frente de mi.
-Parece que hubieras estado en el Limbo.- Le digo. La verdad es que siempre he querido ir a ver las Islas Griegas, tiene que ser precioso e inspirador.
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Remembering Sunday
FanficHe couldn't be loved by anyone, until she came into his life.