Parte 7

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Después de un rato, el salón de economía doméstica se vio envuelto en una atmósfera funesta.

"¿Estas son las verdaderas galletas caseras? Están deformes y se cocinaron de manera desigual. Estas son..." Yukinoshita contempló, vacilante, la "cosa "en frente de ella.

Yuigahama de repente miró desde su lado. "¡Ah! hablas mucho, pero no hay nada especial sobre ellas. ¡Estoy enojada! ¡Ni siquiera son aptas para comer!" De repente mostró una risa burlona... o debería decir, una carcajada. Maldita seas... Espero que recuerdes lo que dijiste.

"Bueno, antes de decir algo por favor trata de comer una." Mantuve una sonrisa relajada mientras trataba de evitar que las esquinas de mi boca temblaran. Con esa sonrisa, fingí que mis preparativos fueron intachables, que este era un movimiento imprevisto y que estaba absolutamente seguro de mi victoria.

"Bueno, si estás tan seguro..." Yuigahama tímidamente puso una galleta en su boca. Yukinoshita también tomó una sin decir nada.

Después del agradable sonido de un crujido, hubo un silencio inmediato. Esa era, sin duda, la calma antes de la tormenta.

"¡Es-esto es!" Los ojos de Yuigahama se abrieron. Con la sensación del sentido del gusto volviendo a su legua, estaba buscando las palabras adecuadas para expresarse. "No son nada especiales, me refiero a que, ¡son muy difíciles de morder en algunas partes! Honestamente, ¡no son muy deliciosas!" Sus emociones dieron un giro total de 360 mientras cambiaba de sorprendida a furiosa. No estaba seguro cuál era la causa de su


enorme cambio de humor, pero Yuigahama envió una mirada en mi dirección.

Yukinoshita no dijo nada, pero me miró con suspicacia. Parecía como si de alguna manera se hubiera dado cuenta.

Después de observar las dos expresiones que me mostraron, bajé los ojos suavemente.

"Ya veo. Así que no son deliciosas... A pesar de que hice mi mejor esfuerzo".

"Ah... lo siento." Sintiéndose incómoda, Yuigahama bajó la mirada al suelo al ver mis ojos caídos.

"Creo que voy a tirarlas," Dije mientras le arrebataba el plato antes de voltear para alejarme.

"Es-espera por favor". "... ¿Ahora qué pasa?"

Yuigahama había agarrado mi mano para detenerme. Sin soltarme, tomó una de las galletas deformadas y la puso en su boca en vez de darme una respuesta. Sonaba un crujido mientras la mordía con sus dientes.

OREGAIRU VOLUMEN 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora