—¿Me veo bien? —pregunté por enésima vez a TaeHyung, viéndome en la cámara frontal de mi celular— ¿No crees que me veo demasiado ridículo?
—Juro que, si vuelves a decirle ridículo a un vestuario que yo elegí para ti, te pediré el divorcio —dijo notoriamente molesto, sabía que era muy sensible cuando se trataba de moda y por ello siempre trataba de evitar todo tipo de tema que tuviera que ver con ello, para no ofenderlo, porque yo realmente tenía un mal gusto— Te ves bien, estás tan guapo que, si no me gustara JungKook, y si fuera heterosexual, me volvería gay únicamente por como luces ahora. Si ese Min YoonGi que te trae loco, no te dice ningún cumplido, es porque: está muy enamorado de alguien o no vale la pena.
—Como siempre, siendo el mejor consejero y estilista del mundo —Sonreí apagando mi celular, sintiéndome mucho más seguro que antes. Después de todo, no debía temer, TaeHyung está conmigo.
Caminamos hasta llegar a la dirección que me había sido mandada la noche anterior y en la entrada de la preciosa estructura, estaba él. Vestía completamente de negro, resaltando su pálida piel. Había una persona a su lado que realmente no me interesaba mucho, pero que logré notar que era ligeramente más alto.
Mi corazón se aceleraba a cada paso que daba, hasta que de pronto, TaeHyung dejó de caminar, lo cual me hizo mirarlo. Notando su expresión de sorpresa mezclada con confusión.
—¿JungKook? —preguntó una vez ya estábamos mucho más cerca de aquellas dos personas que nos esperaban. Casi por instinto aparté mi vista de él, para poder observar lo mismo que le cambió toda la expresión de felicidad.
—¿Hyung? —dijo él, acercándose. Ambos parecían estar en un mundo apartados por completo, como si el resto ya no existiera, estaban ensimismados y se sonrieron casi al mismo tiempo, como si estuviesen conectados. El amor se podía percibir en los ojos de ambos, me sorprendió por completo. No conocía a JungKook, a pesar de haber visto fotos de él. En persona era mucho más guapo y alto de lo que creí. Sin embargo, seguía teniendo el aspecto del niño que es.
—¿Se conocen? —Me preguntó sunbae haciendo que me sobresaltara, ya que no supe en qué segundo había llegado a mi lado. Estaba tan concentrado viendo la escena romántica y cursi de mi amigo con su "novio", que ni siquiera me había detenido a ver a YoonGi-nim.
—Yo no conocía a JungKook —respondí volteando a verlos— De vez en cuando TaeHyung me hablaba de él, pero no sabía que era amigo suyo, sunbae.
—Es un mocoso molesto, pero sabe apreciar el arte de una buena obra de teatro. Puede ser muy ruidoso, aunque es silencioso en estos casos, por ello lo dejo acompañarme —Se encogió de hombros cuando lo vi y una sonrisa pequeña se formó en sus labios— Honestamente no creí que vendrías, este tipo de cosas no deben ser muy atractivas para los jóvenes.
—Usted no es tan viejo, sunbae. Además, es mi primera vez en un teatro, estoy emocionado —Me fue imposible no sonreír ante la felicidad que estaba inundando mi pecho y fuimos la mayoría del camino juntos, ya que JungKook junto a TaeHyung parecían vivir su propio mundo.
Compramos las entradas para los cuatro y me senté junto a YoonGi-nim a mi derecha, mi amigo a mi izquierda y su novio a su lado.
—No leí la sinopsis, sunbae. ¿De qué trata la obra? —Le pregunté para mantener una conversación antes de que empezase todo el asunto.
—Es una obra famosa, me emocioné cuando vi que la representarían. Se llama "Casa de muñecas". Trata de la protagonista Nora, quien se cree felizmente casada con Torvaldo, su esposo, con el que lleva ocho años de casada y tiene tres hijos. Además, Torvaldo Helmer asume en el año nuevo el puesto de director de un banco. Todo parecía perfecto, pero Nora guarda un secreto que se le confiesa a su amiga Linde —Hizo una pausa, dejando el ensimismamiento que había forjado al dejarse llevar por la historia— ¿Quieres que te siga contando o esperarás hasta ver la obra? —preguntó algo avergonzado, pero hice un gesto para que continuara. Verlo tan feliz, contando algo que lo hacía sentir bien era agradable de observar— Pues, el secreto era que, años atrás, su esposo estuvo a punto de morir. Debía cambiar de clima, pero económicamente les era imposible pagar un viaje. Nora le hizo creer a su esposo, quien ignoraba su propia enfermedad, que su padre, agonizante, les había dado el dinero para realizar el viaje. Pero en realidad, Nora lo tomó prestado de Krogstad, el procurador, y para hacerlo, falsificó la firma de su padre muerto. El prestamista trabaja en el mismo banco de Helmer, pero tiene un oscuro pasado como falsificador e intenta recuperar ante la sociedad y sus hijos su honra, pero sabe que Torvaldo lo despedirá por sus antecedentes corruptos. Para evitarlo, chantajea a Nora, quien ve cómo se derrumba su felicidad. Torvaldo no accede a su petición de que mantenga al procurador en su puesto y este a pesar de que se encuentra dispuesto a todo, la amiga de Nora, Linde, logra habla con él. Siendo ella quien lo reemplace en su antiguo puesto de trabajo; pero intenta recuperar su vida. Le propone que vivan juntos como lo deseó hace mucho tiempo Krogstad y Linde no impide que el procurador informe, a través de una carta, el crimen de Nora, quien cree que él le agradecerá el haberlo salvado. Por el contrario, su esposo se entera y en lugar de agradecerle por haberle salvado la vida, la humilla y juzga. En medio de los insultos y ofensas recibe unos nuevos papeles. Krogstad ha devuelto el contrato. No hará nada contra los Helmer. Torvaldo trata de reconciliarse con Nora, pero esta ha cambiado radicalmente. Se ha dado cuenta que en su matrimonio no es más que una muñeca grande; como de niña fue una muñeca pequeña. Quiere reencontrarse consigo misma. Torvaldo le es un extraño, un egoísta, y para encontrarse consigo misma, abandona la casa —Al terminar de hablar estaba sonriendo con tanta emoción que me transmitió ternura— Oh, hablé demasiado, ¿no? Lo lamento —Se disculpó y fruncí un poco el ceño.
—¿Por qué se disculpa? Estaba tan emocionado contándome de qué trata la obra que vamos a ver ahora. De hecho, ahora me siento intrigado por verla, suena muy interesante por cómo la describió —Sonreí levemente y cuando las luces se fueron apagando, desvié mi vista hacia el escenario.
—Gracias —Escuché su susurro, aunque no supe muy bien qué agradecía, pero cuando iba a preguntárselo ya estaba con su mirada imperturbable a los actores que comenzaban a entrar al escenario.
La obra empezó a transcurrir. No podía hacer ningún tipo de comentario con TaeHyung porque estaba increíblemente absorto en JungKook, y era demasiado tímido como para hacer algunas bromas o referencias con YoonGi-nim.
—Me gusta la actriz que representa a Nora —murmuró cerca de mi oído sin haber despegado su vista de la escena— Se desenvuelve muy bien y las expresiones le salen bastante natural. La risa no suena forzada.
—Me gustan los gestos que hace Linde. Son sutiles, pero le dan fluidez, supongo —Volteé a verlo y estar tan cerca de él me hizo acelerar el corazón. Así que volví a mirar a las actrices para distraerme y calmarme un poco, aunque sea.
Al finalizar, sentí que el cierre había sido un poco abrupto. Pero me fascinó como los personajes memorizaron tantos diálogos, es realmente impresionante.TaeHyung y JungKook se fueron a mitad de la obra y estuve nervioso todo ese tiempo.
—Mataré a ese mocoso cuando lo vea —murmuró una vez que salimos— Me sorprende que esté tan enamorado de tu amigo como para irse de la nada —Me miró y suspiró con cansancio— ¿Tienes hambre, JiMin? Yo invito —Apuntó una pequeña cafetería que se encontraba cerca del teatro y justo cuando me iba a negar, mi estómago habló por mí, avergonzándome como siempre— Supongo que eso es un sí —Me contagió su divertida sonrisa y comenzamos a caminar, creo que no sería tan malo entablar una conversación.
Al llegar, pedí un café y un postre que aparecía en la vitrina, como había una oferta de 2x1 pude comer sin sentirme tan culpable por no haber pagado nada.
—¿Qué te pareció la obra? ¿Muy aburrida? —preguntó mientras bebía un poco de café, no le echó ni una cucharada de azúcar mientras que yo ya le estaba echando la tercera.
—Para nada —dije revolviendo el contenido de mi taza— De hecho, fue bastante entretenida. Me gustó el trasfondo que tenía relación con un feminismo del siglo XX, era interesante. Aunque el cambio de actitud que tuvo Nora al terminar se me hizo muy abrupto.
—Es un buen punto de vista —Tomó otro trago y luego comió una pequeña cucharada del pastel junto a su taza— Me gustó la actuación de Linde, le presté más atención a sus acciones después del comentario que hiciste y tienes razón, ello le brindaba mucha más naturalidad. Además, los atuendos iban muy bien acorde a la época en la que se encontraban.
La charla prosiguió bastante natural y fluida, intercambiamos risas, anécdotas y pensamientos. Hasta que llegó el momento de irse, pero me fui casi corriendo de felicidad, porque había sido un día excelente, porque había sido un día perfecto.
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La melodía de un viejo piano [YM]
Fiksi Penggemar"El tiempo corre, las nubes pasan, los pájaros vuelan, las personas se enamoran, las palabras se escapan, las sonrisas se escabullen, la admiración se asoma, el amor aparece, los nervios se presentan y un romance nace." *Fanfic YoonMin. *Capítulos r...