La salida de la "Aurora"-Parte VI

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Parte VI

-Venga Gina – Emma se quejaba sin cesar durante los últimos 15 o 20 minutos – me dijiste que me darías algo interesante – puso sus manos en forma de pechos – no me lo niegues.

Regina rodó los ojos – luego – repitió - ¿acaso no me oyó las primeras cuarenta veces? – le preguntó la morena – tendrá a sus amigas y a mí, después de que recibamos la visita de Aurora.

-¿Por qué estás tan segura de que vendrá? – preguntó la sheriff – igual la cosa se anima y se va a conocer los secretos más profundos de Asia – Emma sonrió de manera pervertida.

-Siempre tan sutil, Swan – Regina resopló divertida -, pero no va a suceder, porque conociendo a la lealtad de los guerreros que precedieron a Mulan, le puedo asegurar que no dará ese paso – la rubia frunció el ceño – ella no es como usted que no tiene problemas en involucrarse con una mujer comprometida.

-¡Perdooooon! – Emma meneó la cabeza y las manos – entonces, tampoco es como tú, mi querida alcaldesa.

-Como ninguna de nosotras antes de esta relación – argumentó la morena – porque, en lo que a mí respecta, no tengo pretensiones de involucrarme con nadie que no sea usted, mi indecorosa esposa.

-Apoyo esa moción – afirmó Emma – porque ¿quién quiere masticar brócoli, teniendo una hamburguesa con patatas en casa?

-No podía elegir algo menos calórico, ¿verdad? – recriminó Regina.

-Nop, tú eres una bomba calórica sensual, amor de mi vida – confirmó la rubia – y hablando de bombas sensuales, yo ya estoy calórica a tope, morena mía.

-¿Cuándo no? – la morena meneó la cabeza y sonrió -, pero ya sabe – agregó – hasta que no venga a llorarnos un rato Aurora, nada.

Emma hizo puchero -, pero tú me prometiste.

-Y le sigo prometiendo – le contestó Regina.

-Pero, pero, pero... mira si me duermo y me quedo sin mi premio – dijo la sheriff con fingida intranquilidad – no me lo perdonaría.

Regina se mordió el labio – no te preocupes, cariño, yo me encargó de despertarte –y le guiñó el ojo pícaramente, insinuante.

Emma abrió los ojos y la boca. Luego, ya recuperada de la conmoción, acabo lanzándose sobre la almohada y comenzando a roncar. La morena volvió a menear la cabeza. La voz de la rubia se oyó suavemente – Gina, estoy dormida, tienes que despertarme - en ese exacto momento, la puerta se escuchó - ¡JOPE! ¡Malditas sean mis causas! – vociferó la rubia dando un bote y mirando la puerta con frustración.

Regina tenía razón en todo. Aurora no solo había llegado, sino que había llorado a mares en el hombro de la morena. Cuando, por fin, se sació de llorar, explicó todo el detalle de su conversación con Mulan. Regina se asombró de que la guerrera la besará, pero de todo lo demás estaba segura que sucedería.

-¿Estás segura que estas enamorada de ella? – preguntó Regina.

Aurora sollozó – si, claro que sé que la amo – confirmó – no puedo vivir sin ella, de eso estoy segura.

-Eres consciente de que tiene un buen punto para dudar, ¿verdad? – volvió a insistir Regina – ver a alguien tener la magia del amor verdadero con otra persona es algo que no se puede desechar, no será fácil convencer a Mulan de que ahora es a ella a quién amas.

-Pero tú me crees, ustedes me creen, ¿verdad? – quiso saber Aurora - ¿me creen cuando digo que es a ella a la que quiero a mi lado?

-Si tú dices que amas a esa mujer – Emma decidió tranquilizarla - ¿quién soy yo para dudar de ti?

Las bizarras aventuras de Emma "sin-filtro" Swan y Regina Mills - #SwanQueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora