La boda Roja y casi un funeral - Parte VII

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Parte VII

-Me sale el corazón otra vez – exclamó Dorothy con sorpresa - ¿puedo involucrarme románticamente con ella también?

-Por supuesto – aseguró Emma – puedes y deberías.

-Pero si acabo de tener un romance con la chica del arco – argumentó la líder de Oz.

-Si te pone un corazón es porque puedes – insistió Emma – además, aquí puedes enredarte con todo dios sin consecuencias – luego hizo una pausa – bueno casi, hay dos, un chico y una chica entre los que tienes que elegir – expuso - ¿y qué elegimos?

-La chica, siempre la chica – afirmó Dorothy.

-Por supuesto, ¿para qué ser hetero si puedes ser gay o bi? – Emma reflexionó un segundo – siempre mejor gay obviamente.

Dorothy sonrió mientras apretaba el botón que seleccionaba la opción del corazón, viendo como en la pantalla la joven flirteaba con su compañera transitoria. En poco estaban besándose.

-Toma, que rápido – se asombró por lo que la imagen insinuaba.

-Ah sí, es una de las hijas de Artemisa, una amazona, ¿sabes? – explicó la sheriff – va directa al grano y te vas a dar varios revolcones con ella.

-Estupendo, no sabía que pudiera hacerse algo así – comentó Dorothy.

-Claro que se puede, podrías en la vida real si quisieras – comentó Emma – se llaman relaciones abiertas o ser un poco golfilla.

-Emma Swan – Ruby decidió interrumpir el parlamento de la rubia - ¿quieres dejar de enseñarle cosas como esas a mi prometida?

Emma la señaló – ella tiene experiencia en eso, antes de dedicarse a fondo a las tortas y bollos, era bastante como Kassandra.

-¿Golfilla? – Dorothy se giró un segundo a mirar a su novia – que interesante, cuéntame más.

-Después de comerse literalmente al novio, anduvo de paleto en paleto de Storybrooke sin pena ni gloria – aseguró la rubia – sin ti estaba perdida, vieras las bichos con los que se entretenía en el callejón detrás de la abuelita.

-¿En el callejón de detrás de la cafetería? – Dorothy estrechó los ojos – que interesante.

-Cariño, ni siquiera sabía quién era, no me culpes por aburrirme antes de saber que estaba loca por ti – se defendió Ruby aguantándose las ganas de matar a Emma Swan.

-El callejón de detrás de la cafetería – repitió Dorothy sopesándolo en silencio – luego hablaremos de eso, Wolfie – dijo antes de concentrarse en el juego, acercando al personaje detrás de un bandido y asesinándolo silenciosamente, hizo una mueca viendo toda esa sangre saltar alrededor de Kassandra – sigo pensando que es muy violento.

-Es un Assassins, así es como va esto – Emma pareció conforme con su respuesta – envía a Ícaro para que registre la zona y te diga lo que tienes que pillar.

-Adoro a ese animalillo – aseguró la líder de Oz viendo al águila con sus alas desplegadas – es excelente rastreando cosas, casi como Toto.

-¿Toto es bueno para hallar cosas? – quiso saber la sheriff.

-Es el mejor rastreador que conozco – aseguró sin vacilaciones la otra mujer y Ruby carraspeó – vale, el segundo mejor rastreador.

-¿Alguien quiere café o té con la tarta? – preguntó Regina apareciendo desde la cocina.

-Yo, Regina – pidió Ruby – y para ella – dijo al ver que Dorothy estaba concentrada en seguir el juego – un té de hierbas o verde si tienes.

Las bizarras aventuras de Emma "sin-filtro" Swan y Regina Mills - #SwanQueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora