Desarriago

IV

Ha regresado como siempre lo ha hecho, ha regresado para alimentarme y destruirme, ha regresado cuando estoy a punto de olvidarla, ha regresado para darme otra oportunidad o ha regresado para darme el golpe final.

Me han comentado que convulsione, que ella fue la que me trajo y como no daba razones de conocimientos me internaron para ponerme en observación. Y que durante días estuve gritando, riendo, llorando, cantando , ladrando, moviéndome como loco, hablando con migo mismo y sobre todo gritabas a los 4 vientos todo lo que sentía y guardaba para ella; todo ese enojo, esa alegría, y esa depresión. Ella se había quedado a mi lado desde que me trajo y ¿que hice?

>Ahora entiendo, sus razones para estar molesta<

Debería salir en este mismo instante a buscarla, pero sé que su orgullo no me brindara la oportunidad. Me siento perdido, devastado, destrozado, vacío, sin razón alguna; opino que debería estar en paz con la vida y dejarla ir, pero...

Es la primera vez que salgo de mi casa y me he sorprendido al salir a medio día, Camino o trato de hacerlo, porque doy un paso y las fuerzas disminuyen. He caminado un buen tramo, tan cansado pero he llegado al hospital para recoger mis análisis que revelan que sufro de hiperactividad, derrames cerebrales, esquizofrenia y problemas del corazón; además me recomiendan ir con algún psiquiatra o psicólogo para que me ayude con la depresión amorosa; me sorprendí por segunda vez, lo tome muy bien.

He pedido información sobre aquella chica que me trajo, pero solo me contestaron que ella me había traído, había pagado, se había quedado y me había llevado.

He decidido salir a buscarla, he decidido salir a enfrentarla, he decidido intentar ser feliz y olvidarla. Mientras salgo a buscarla la vida y yo nos vamos reconciliando; hemos cambiado, hemos vuelto a iniciar, hemos vuelto a sentir, a soñar y a vivir.

He llegado al parque, a nuestro parque favorito, me he sentado sobre este árbol, este árbol que desde hace un año no he vuelto a visitar hasta el día de hoy; este árbol que me asecha con recuerdos, este árbol que ha cambiado y ha crecido, pero aún me da tranquilidad.

Sabes Viejo árbol – me gustaría volver a intentar conquistarla , volver a intentar sacrificar mi felicidad por su felicidad, volverla a amar , volver a divertirme con ella, volver a volar; pero ya no quiero, ya no lo soporto ni un segundo más estar aferrado a ella, ya quiero dejarla ir.

-Hazlo, yo desde cuando te he olvidado- escuche de repente a mi lado con esa voz tan cruel pero destrozada por el filo de mis palabras.

Eso me destruyo, pero sabía que lo hacía por despecho, ese día ella murió para mí.

Ø

Decido vivir como vagabundo de calle en calle, de basura en basura, de suciedad a la inmortalidad. No fue tan difícil adaptarme a mi nueva vida, a mi supuesta nueva familia, a mi suciedad y a mi felicidad. Qué fácil es conseguirlo cuando dejas de pensar y empiezas a vivir, pero realmente a vivir.

Ha pasado una semana y a veces me gustaría arrepentirme, volver a mi normalidad, a mi zona de confort, volver a mi sufrimiento y a mis recuerdos, pero no puedo, tengo que cumplir mi palabra y dejar de llorar, seguir adelante y vivir.

Después de algunos días sin dormir y semanas sin comer encuentro en un callejón un pedazo de pan echado a perder, salían lágrimas de mis ojos, por fin comería; "que delicia" hubiera exclamado si lo hubiera probado, pero preferí dárselo a un cachorro negro con patas y pecho blanco que se había acercado a mi tímidamente y al cruzar miradas me desarmo y el corrió con la cola entre las patas; trate de acercarme poco a poco extendiendo el pedazo de pan, el tímidamente se acercó, me lo arrebato y salió corriendo ; mis tripas rugieron y un dolor se atravesó, me desplome.