II

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Últimamente veo cosas que no son reales, escucho voces que me empiezan a desesperar, me estoy hartando de lo que pasa y no puedo hacer nada más que narrar para que las voces se marchen.

> Escucho risas que perforan mi mente y me dicen que no se marcharan <

¡Joder! Han empezado a joder, es tan difícil vivir cuando no logras olvidar y aún más cuando hay alguien adentro de ti. Debería empezar a preocuparme al ver a alguien igual a mí, solo que un poco más malvado o eso es lo que creo. Tengo miedo se está acercando, me he orinado. ¡Joder! Está en frente de mí. No tiene ojos ni boca. Solo es una sombra...

Ø

Me he despertado en una habitación totalmente blanca, casi no puedo moverme y solo veo a lo lejos una ventana de color gris en el techo, donde logra entrar los rayos del sol que me molestan. Lo último que puedo recordar es que me perdí la conciencia, pero, ¿por qué? Ahora me gustaría saber ¿qué pasa aquí?

Ø

Me he empezado a aburrir, no tengo nada que hacer más que perder mi consciencia en esta habitación que bloquea lo que siento y mi inspiración y es que el blanco me desespera. Ahora las voces empiezan a aparecer, me deprimen, otras me consuelan y las últimas hacen que la recuerde. La cabeza me duele y aún escucho esas voces tan agudas que me molestan.

Es media noche y bajo Ixchel no puedo dormir, todo es oscuro con un poco de destello gris. Ha sido un largo día, las voces cada vez van aumentando pero logro no hacerles caso; diría que estoy apático pero no es así, la verdad es que estoy desorientado, debería preocuparme por mi salud, pero no lo hago, en realidad me siento feliz.

De repente todo el cuarto se ha posado iluminado, ¿Qué sucede? Me arrastro a la venta y miro al techo, veo al cielo ¿Qué hace aquí? ¿Ya ha amanecido?

»MIS OJOS«

Ø

Hoy me he despertado con la mirada borrosa, veo cosas extrañas

» ¡Oh! comida, comida podrida ¿Cuánto tiempo llevará ahí?«

—No lo sé. Se ve apetitosa cómela, cómela —escuchaba en coro.

¡No!, Grite, pero incontinentemente estaba comiendo ese puré agrio, desabrido, mal oliente, quería dejarlo, pero seguía introduciendo a mi boca esa aberración, de mis ojos brotaban unas cuantas lágrimas, pero lo disfrutaba.

Al poco tiempo mi estómago era un volcán en erupción, necesitaba evacuar ¿pero dónde? La necesidad me ganó, me bajé los pantalones y el tren llego a la estación y como debía de limpiarme, me quité mi camisa favorita, arranqué las mangas y las utilicé, ¡Que dolor!

»Genial, otra noche sin poder dormir«

El olor era insoportable, era tan fétido, me estaba ahogando, me dolía la cabeza y esas voces se divertían viéndome sufrir. He vuelto a ver esa sombra que me trajo aquí, ¿está comiendo mis desechos? Se me revolvieron las tripas, quería vomitar y lo hice encima de él y en ese instante volví a la normalidad de golpe, la sombra venía por mí y en sus manos cargaba el revoltijo de mis heces con mis nauseas. Sin poder hacer nada me lo metió a la boca una y otra vez.

Ø

Siento frio, me estoy congelando, necesito un baño, mi melena está hecha un desastre; esa melena que tanto he cuidado y he gastado, es para mí una adición, ¿Cuántas veces declare guerra por defender mi melena? ¿A cuántas personas deje a un lado por mi melena? Claro a excepción de ella. Suspiro. Cierro los ojos y trato de recordarla. Ella es linda, tenía una maldita sonrisa malvada, unos ojos profundos y penetrantes, una linda melena; le gustaba peinarme, tal vez porque odiaba que jugaran con mi cabello ¡Como nos divertíamos!

DesarriagoWhere stories live. Discover now