Desarriago

VIII

>He llegado al final y noto oscuridad"

Siento como mi espíritu me pesa y duele como algún cuerpo mortal. Siento miles de sensaciones que por primera vez llego a probar; y otra vez soporto esa soledad; "Ahí esta"

Escucho las lágrimas de mi madrastra que caen sobre el cuerpo de mi padrastro. Mis manos están cubiertas de sangre y una sonrisa esta perforada en mi rostro.

Aún recuerdo esa primera vez. Estaba en la casa de mis padrastros celebrando el cumpleaños de mi madrastra. Había asistido porque zirnatsi me insistió. Ese día no tome, ni me drogue. Zirnatsi no me acompaño tenía que ir con su madre. Mi madrastra se alegró al verme después de tanto tiempo, mi padrastro no me saludo; aun no olvidaba lo que hice en algunas primaveras atrás, mi hermanastra y mi yerno me saludaron, pero no me dirigieron palabra. No le tome importancia.

Estuve ahí celebrando hipócrita mente su cumpleaños número 66. Al día siguiente me levante con los primeros rayos del sol para irme sin despedirme. Salí de mi ex habitación, baje las escaleras, cruce la cocina y al llegar a la sala lo encuentro fumando. Seguí mi camino, sin darle importancia; cuando iba a salir a la calle, me agarra del hombro y me golea en el rostro, caigo al suelo, me levanto y saco de mi sudadera el cuchillo de obsidiana con mango de jade que siempre me acompaña. El viene dispuesto a pelear, toma impulso y me patea en el estómago, vuelvo a caer, él se acerca y me vuelve a patear; soportando el dolor y con lo poco que me quedaba de fuerzas le clavó el cuchillo entre su entrepierna. Se empieza a retorcer, me levanto retiro el cuchillo y lo clavo en la mitad del pecho, buscando como arrancarle el corazón. Lo logre. Mis manos se llenaron de sangre, aun sentía como latía, el grito, cuando lo retire. Mi madrastra se había despertado y había bajado solo para ver a su hijo con el corazón de su padre en las manos para luego darle una mordida. Nuestras miradas se cruzaron por un momento y después me marche como si nada hubiera pasado

>no me arrepiento<

Ø

He vuelto a ver su cuerpo desnudo, tan perfecto, tan voluptuoso, tan sensual: ese cuerpo que me ha hecho correrme con tan solo verlo.

Ella no quería perder su virginidad pero la convencí de una manera muy inusual o eso pensé porque mis impulsos me dominaron y sé que la viole.

>ella lo disfrutaba de mala gana o realmente lo deseaba<

Me corrí tantas veces que iba en contra del cansancio que sufría mi miembro. Empecé a imaginar y estimularla a pesar que ella entre sollozos me pedía que me calmara.

Quise arrancar sus pechos a mordidas, mis uñas iban recorriendo su piel mientras desgarraban su carne; ella gemía y gritaba ¿de dolor o de placer? La sangre brotaba y me excitaba pero como yo ya no podía nuestro hijo (un gran danés) nos ayudó; ella no dijo nada. El penetro hasta que ella se corrió.

>estaba feliz, lo hacía por mi<

Supuesta mente pensé que lo hicimos, pero siempre abuse de ella, la engalle, yo la viole tantas veces.

>"Tal vez nunca la ame"<

Ø

Mi pasado y mi vida fueron de lo mejor. Viole a un demonio angelical que después de todo aun me seguía amando. Asesine a tantas personas y nunca descubrieron la verdad. Hice llorar a mi madre y no me importo. Y así era mi vida, no había culpa, ni remordimiento hasta el de que ella se marchó...