Hoy a Ralsei le había ido fatal, su día fue sumamente horrible. Estaba totalmente deprimido.
Por empezar, no pudo ver a Kris -su novio- en todo el día. Lo extrañaba mucho, pero no podia culparlo por dejarlo solo, después de todo, el pobre estaba enfermo. Y por suerte para ambos el humano estaba en los últimos días de su resfriado.
Los primeros días que el castaño enfermo se tomo bastante bien su ausencia, lo comprendía. Pero después de que casi un semana pasara, sentía que se hundía en la soledad -a pesar de tener a sus amigos en el salon-.
Le disgustaba-sobretodo- ver el banco vació a su lado, lo ponía melancólico.
Segundo, al no estar Kris, la gente que solía burlarse de el -esto era antes de que el castaño y Susie les dieran una paliza a todos por la misma razón, cuando Ralsei recién había ingresado en la escuela años atrás- volvieron a sus hábitos de antes. Cuando él, por pura coincidencia, se separa de sus amigos, estos tipos le empezaron a gritar cosas en el pasillo.
Le llamaban "nerd", "cuatro ojos", "cuernudo" -y Ralsei no sabia con cual de todos los sentidos lo decían- "espantapájaros", "brocoli/árbol con patas", entre otros. El ya estaba algo acostumbrado a que se le burlaran -en sus anteriores escuelas era así-, pero claro, ahora que sus amigos habían "arreglado" anteriormente el problemita, se le olvido como ser fuerte ante esas situaciones. Obviamente cuando Susie se entero después, se encargo de todo.
Fuera de eso, la escuela había estado más aburrida de lo normal ese día.
Tercero, a pesar de que se mantuvo escondido en su gran sombrero de vaquero todo el día - el cual le daba mucha seguridad-, había prometido ir a visitar a su novio como todos los días desde que el humano enfermo. Y -sin sorprenderse- para su mala suerte, Toriel lo había alcanzado antes de que salga del colegio, le había dicho que Kris se encontraba durmiendo y que ella apreciaría mucho que el se acercara unas horas más tarde a visitarlo.
Ralsei comprendía lo importante que eran los descansos para las personas enfermas, por lo que accedió sin problemas. Por lo menos su suegra le había prometido de que lo iba a esperar con un gran y recién horneado pie de canela con caramelo, el favorito del pequeño mago.
Resignado volvió a su casa a paso lento y aburrido.
Cuarto, mientras hacia tiempo hasta la hora de la visita decidió practicar y cultivar un poco su magia. Sabia que eso siempre le levantaba el animo, después de todo era hobby preferido. Se dirigió a su estudio privado, en el cual tenia todo lo necesario para llevar a cabo su pasatiempo.
Hoy quería practicar algún hechizo de fuego, por lo que busco algunos libros que le proporcionaran lo que buscara. Cuando inicio se distrajo tanto con la belleza de las flamas que bailaban a su alrededor y crecían a medida que recitaba más y más el conjuro, algo le fallo. Por alguna razón el fuego fue a parar hacia un estante en el que estaban todos los regalos que le había dado Kris a lo largo de su noviazgo.
Apresurado, convoco algo de agua que ayudase a apagar el incendio sobre los peluches, libros y otros obsequios. Una vez apagado, le entraron ganas de llorar. Sabia que los debería haber puesto en su habitación donde estarían seguros, pero atesoraba tanto esos regalos que los coloco justamente allí para que lo inspirasen cada vez que los vea. Le recordaban a Kris, y eso lo motiva sin igual.
Hoy si que su día fue horrible. Tanto que estaba planeando cancelar la visita a su novio hoy, se sentía demasiado deprimido como para ir a verle y fingir que estaba bien. No quería causarle más problemas a su pareja que estaba enferma, mucho con eso tenia ya.
Cuando a duras penas se dispuso a recoger el desastre, su teléfono vibro. Era un mensaje de su pareja, que alivio, casi rompe en llanto. El solo ver el nombre del humano le alegro un poco.
Kris D.
-Hey bebé! sólo tienes que verte al espejo para levantar tu ánimo, con esa cara se alegran hasta los días lluviosos ¿sabes?
Al final si se largo a llorar. Por alguna razón su novio siempre lo salvaba de malos momentos. Era su héroe. Y solo con un simple mensaje Kris logro que todos sus problemas desaparecieran. Bueno, no era un "simple" mensaje, después de todo tenia uno de esos típicos y tiernos piropos tan clásicos del castaño. Los cuales amaba tanto como a el humano.
Fluffybae
-Kris?
Kris D.
-Pense que eso te alegraría un poco, dijiste que te gustan
-Mamá hoy me contó que te vio muy deprimido
-Ven, hablemos de eso amor
-Lo resolveremos juntos cariño, además, ya me siento mejor
-Por cierto, tu suegra te preparo tu pie favorito
-Te espero bebé ;)
Luego de eso Kris había mandado una foto. El humano estaba sentado en su cama y palmeaba con su mano un lugar libre a su lado mientras sonreía, le había hecho un espacio para el pequeño.
Ralsei sonrió como nunca lo había hecho en toda la semana. Amaba tanto a su pareja en ese instante que olvido todo lo malo que le había pasado. Ahora solo se concentraba en poder terminar de limpiar rápido para ir a la casa de los Dreemur.
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Piropos Dulces - (KrisxRalsei) - «Deltarune»
FanficA Kris le fascina coquetear, sobretodo desde que conoció a su adorable novio Ralsei. Es su segundo pasatiempo favorito, además de las bromas, claro. ¿Podrá conquistarlo -aun más- con estos piropos y lineas tan dulces? ...