Piropos Dulces - (KrisxRalsei) - «Deltarune»

Linea Dulce n° 2

Kris se levanto con pesar. Miro el calendario que estaba en su mesita de luz junto a su reloj, le extraño que la alarma no lo hubiera despertado. Noto que Asriel no estaba en su cama. Bostezo y ojeo la fecha mientras se desperezaba. 

Se sorprendió, hoy era 24 de Diciembre, Noche Buena. Se rasco la nuca con pereza. No entendía como es que se había olvidado, ya que Noelle -la cual estaba en su circulo de amigos cercanos- se volvía un poco maniática unos días antes y no paraba de recordarles a todos lo genial y hermosa que era esta festividad. 

Sin mencionar que a Susie le encantaba presumir que su novia ganaba premios todos los años a "La mejor casa decorada en Navidad" y a "La mejor decoración anual". Porque así era, la casa de Noelle estaba decorada todos los benditos días del año, solo que en Navidad se lucían.

Se sorprendió aun más cuando miro la hora, eran las 3:00 pm. Si que era un desmadre cuando su madre no estaba al pendiente de el, ahora entendía porque su alarma no sonó ese día y porque su hermano no estaba en su cama. Lo más probable era que Toriel haya salido a hacer unas compras para la festividad de hoy. Siempre invitaban a muchas personas -sobretodo vecinos y gente de la escuela- a que pasaran la festividad con ellos. 

Y, en cierta manera, a el también le gustaba. Era el único día del año en donde su madre permitía -y consentía- que su padre asistiera. Debían admitir -y sí, hasta Toriel lo hacia-, que Asgore hacia un buen papel de Santa. Los niños -junto a Kris y Asriel en su momento también- lo adoraban, no solo porque era grande y tenia barba sino porque también era el hombre más dulce y amable que se podría conocer. 

Ralsei, su novio, a pesar de no creer en el hombre barbudo de los cuentos, disfrutaba de la festividad y la actuación de Asgore. Le interesaba escuchar alegremente cada detalle de los particulares relatos de Noelle. Sin mencionar que se divertía como un infante escribiendo las cartas que iban dirigidas al tal Claus, y muchos mas cosas que el mago disfrutaba del evento. 

Quizá por eso a Kris también le gustaba -en cierta manera- la navidad, porque a su novio también le gustaba y porque él -sobretodas las cosas- disfrutaba ver a su pareja feliz.

Se levanto con pereza. Lo primero que haría sería ir a ducharse y luego bajaría a ayudar a su madre cuando viniera. Quería terminar rápido, tenia que ir a buscar a su novio para la fiesta de esta noche.

Luego de un buen baño volvió a su habitación. Solo pudo escoger una prenda de su armario, a la cual, identifico "diferente" porque no era verde. Se decidió por esa, era un buzo rojo que tenia la palabra "Merry Krismas" en grande junto a algunos detallitos sobre la festividad, cortesía de Noelle y su padre para su anterior cumpleaños. También tenia otro buzo que decía "Merry Krismoss" que le habían regalado Lancer y Susie, pero prefirió la primera opción, era la más adecuada supuso.

Cuando llego a la sala, esta ya estaba decorada de un extremo a otro. Al parecer ya no necesitarían su ayuda. Su madre aun no volvía y no había rastros de su hermano. Aprovecharía su tiempo en ir a buscar a su novio, de paso también le compraría algo más como regalo, sentía que lo que tenía no era suficiente. Bueno, nunca lo era si lo comparabas con lo que Ralsei regalaba, esta vez no iba a perder. 

Lo único que se encargo de agregar a la decoración antes de irse fue un muérdago, le daría un buen uso más tarde.

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Se podia respirar un aire acogedor dentro de la sala. Todos los presentes estaban junto a sus familias, todos dichosos y contentos de que llegara la media noche. Comían, bebían, compartían anécdotas y demás. ¿Cuanta más felicidad se podría pedir en una víspera de Navidad?

Susie y Noelle estaban tomadas de la mano en el sillón mientras intercambiaban regalos. Su charla parecía muy animada por parte de la chica ciervo, a lo que la otra solo asentía a todo con una leve sonrisa de enamorada. La mayor traía un gran suéter verde -tejido a mano, al parecer- con diseños de copos de nieve y unos jeans negros. Noelle, en cambio, traía un precioso vestido rojo y estaba colmada de accesorios con temática navideña. Tenia desde aros hasta tobilleras, desde vinchas hasta pulseras y demás. Destacaba un poco, pero no tanto como su padre.