Capítulo 32: Víctor Fournier

248 22 9
                                    

Clarissa

—Oh, ¿tú vives en esta casa? ¿Para dónde me dijiste que fuiste? —dijo mi madre. Estaba sentada en el sillón, mirándome fijamente. Ni siquiera las lanzas de fuego me provocaban tanto pavor.

—Creo que no lo dije. —respondí, tratando de no lucir como la niña pequeña que me sentía en este momento.

—Ah, cierto. ¿Pero sabes quién dijo algo? ¡YO! ¿Y SABES QUÉ DIJE? ¡QUE ESTÁS JODIDAMENTE CASTIGADA, CLARISSA MARIE! —gritó las últimas palabras. Hace bastante tiempo que no me gritaba, y mucho menos utilizaba malas palabras. Mi madre acostumbraba a lidiar con el enfado con frialdad cruel. Debía estar realmente enojada.

—¿Pero qué demonios te pasa? ¿Estás sufriendo episodios de la mediana edad tan pronto, Michelle? —Al decir esto me sentí mal; a pesar de que estaba molesta seguía siendo mi madre... mi madre la cual odiaba que la llamara por su primer nombre.

Su rostro se puso completamente rojo y se rio, incrédula. Pensé que en cualquier momento me daría una bofetada o algo así. —¿Cómo te atreves a hablarme así? ¿Quién te crees que eres? —Se acercó con paso firme a mí, y a pesar de que éramos del mismo tamaño, de nuevo me sentí sumamente pequeña.

—Madre, solo escucha...

—¡No! ¡Se acabó el tiempo de escuchar! No sé qué es lo que te sucede. ¿Es que pronto voy a descubrir que estás en una especie de secta? ¿Un culto extraño? ¿O es simplemente ese chico que te sigue a todas partes? —La miré un poco sorprendida por esto último. Ella esbozó una sonrisa fría sin apartar sus ojos de los míos. —Sí, puede que no esté todo el tiempo en casa, pero sigo siendo tu madre, y sigo sabiendo cómo enterarme de ciertas cosas.

—En realidad, madre, supongo que podrías decir que es un poco de todo lo que has mencionado. —dije, reponiéndome un poco de la sorpresa. —Sin embargo, no entiendo aún por qué tanto alboroto. Dentro de poco cumpliré dieciocho y me iré a la universidad; esperemos que sea bastante lejos de aquí. Solo practica vivir sin mí.

Ella rio de forma amarga. Cuando se acercó un poco más a mí, noté sus ojos un tanto enrojecidos. —Tú no te irás a estudiar en ningún sitio, Clarissa Marie. —Apreté mis manos en puños, eso ciertamente no era su decisión.

—En realidad, madre, he estado hablando con papá al respecto y...

Su expresión se endureció de forma notoria. —¿Con André? ¿En serio? ¿No has estado hablando con su desabrida nueva esposa también, o sí? Sería lo único que falta.

—Oh vamos, Michelle. No lo hagas todo sobre ti.

Antes de siquiera pensarlo, y juraría que más rápido que cualquier otro vampiro, mi madre cerró la distancia entre nosotras y me dio una bofetada. —¡Esto es sobre mí! ¡Tú pasaste sobre mí y hablaste con André acerca de irte a otro sitio SIN MI AUTORIZACIÓN! Te guste o no, yo soy tu madre y...

—¿Y qué? —la corté, de forma retadora. Aparentando un valor que no tenía, sin embargo, ya estaba empezando a molestarme. Mis emociones no estaban fuera de control, pero en definitiva estaban ganando volatilidad.

—Y no voy a permitir que otro de mis hijos se vaya de aquí... no voy a permitir que termines como... —No la dejé terminar. No permitiría que dijera su nombre.

—¡Todos los problemas que él pueda tener son tu culpa! Bueno, tuya y de André. Pero yo no tengo que pagar porque mi hermano haya querido alejarse de ustedes y de su maldita toxicidad. ¿Pero yo? ¿Yo madre? —Cerraba la distancia que había entre nosotras poco a poco. Posiblemente mis ojos fuesen color carmesí, pero no me importaba, y no creía que ella lo notara tampoco. —Cuando André se fue yo era una niña pequeña. Mi hermano me cuidó como pudo, siendo un niño también. Así que no te vanaglories en todo lo que pasaste y todo lo que sufriste siendo mi madre y tus múltiples contribuciones en mi crianza. Porque eso es todo de él. No tuyo. Luego que se fue te has esforzado bastante en no estar aquí nunca. No sabes quienes son mis amigos, no sabes si salgo o no... no sabes nada de mí. Así que deja de fingir que eres mi madre, porque ambas sabemos que no es así.

Pacto EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora