Capítulo 18

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No se que puede molestarme más de toda esta situación, que el hijo de puta hubiera cumplido su palabra de hacerlo durante toda la puta noche, se detuvo cuando sonó su alarma anunciando la hora de comenzar con los pendientes del día, por lo tanto estoy hecho mierda, ni siquiera tengo fuerzas para tratar de levantarme de la maraña de trapos en las que se convirtieron las sábanas, en algún momento uno de los almohadones fue rasgado por sus garras seguramente, ya que hay plumas por todos lados, tengo una pluma adherida con fluidos de dudosa procedencia a mi mejilla, pero no tengo la energía suficiente para retirarla
Tal vez verlo salir de la ducha con una toalla ridículamente pequeña sobre sus caderas, tan fresco y limpio, mientras yo parezco seguramente un pollo moribundo con plumas adheridas por aquí y por allá
O es quizá la estúpida sonrisa que parece iluminarle todo el puto rostro, si sigue sonriendo así se le va a partir la puta cara, si tuviera las fuerzas suficientes se la partiría yo mismo

-gran hijo de puta...- murmuro, y arrugo mis facciones, mi garganta esta tan lastimada después de la noche maratónica de ayer que pronunciar esos simples fonemas me hace arder la garganta

-tan tierno como siempre, gatito- sonríe y se retira el único pedazo de tela que cubría su desnudez,se que es ridículo que me avergüence verle desnudo, y mas aun cuando a el no le molesta en absoluto pasearse en pelotas frente a mi como si estuviera completamente vestido, y se que lo hace a propósito, mas de una vez se acercó a la cómoda a un lado de la cama justo donde estaba mi cabeza sin un motivo aparente mas que pasear su polla de burro frente a mis ojos, me hacia sentir ligeramente envidioso, el era anormalmente grande, y la mía, no es que fuera pequeña, era mas bien del tamaño estándar, pero este maldito deforme me hacía sentir como si lo que yo tuviera entre las piernas fuera un clítoris. malditas hormonas omega, y por alguna extraña razón, esto también era la maldita culpa de Otabek

Estaba perdido en mis pensamientos de penes y lo injusto de las proporciones cuando la risa del alfa en la habitación me sacó de mi monologo mental, por un momento temí que alguno de los superpoderes desconocidos de los alfas pudiera ser leer la mente, era absurdo, pero mejor pensé en otra cosa por seguridad

-¿que es tan gracioso?- pregunté con miedo

se agachó y levantó algo del piso estando ya completamente vestido con un traje gris plomo, se veía jodidamente bien, acaso había algo que le quedara mal, tranquilo Yurio, piensa en otra cosa, recuerda que puede leer la mente... o tal vez no, pero mas vale

-tengo que irme, le pediré a una de las mucamas que venga a ayudarte, mas tarde vendrá el médico a revisarte, fui cuidadoso anoche, pero mas vale estar seguros- ¿cuidadoso? ¡cuidadoso mis bolas! ¡casi me mata de nuevo! ¿acaso sera así siempre? alguien debe enseñarle límites y que tanto ve eso que recogió del piso, desde mi angulo, no parece mas que un trozo de papel

-estaría bien un beso de despedida- se acerca con la clara intención de unir nuestros labios pero me cubro con un pedazo de tela que seguramente fue una funda de alguna almohada que no había sobrevivido la noche desde la barbilla hasta la nariz - pensé que ya habíamos superado esta etapa- dice levantando una ceja con su rostro a centímetros del mío

-no seas estúpido, tu ya te duchaste y hueles a jabón, y yo no me he lavado los dientes- su ceño fruncido se suavizo, parece que se puede razonar con la bestia después de todo

-tienes razón y se me hace tarde como esperar a que estés limpio, así que tendré que improvisar- se acerca un poco mas, cuando pensé que besaría mi frente con un casto beso, pero el mal nacido me gira sobre mi estomago y en un rápido movimiento me da un mordisco sobre mi trasero, ¡retiro lo dicho!, no se puede razonar con esta bestia, apenas voy a reclamar por la mordida y me da una nalgada sobre el sitio que acaba de lastimar con sus dientes

-¡hijo de puta!- el se aleja riendo esquivando un pequeño cojín que le lanzo con agilidad

me sobo el área lastimada y encuentro una pegatina, ¿acaso lo puso cuando me dio la nalgada? lo despego y caigo en cuenta, es el parce anticonceptivo que supuestamente debería hacer traído puesto -oh mierda...

-que tengas un lindo día- se despide el cabrón con una enorme sonrisa iluminándole el rostro

Estrello mi rostro contra la almohada, y toco mi abdomen contra el colchón, no otra vez...

Estrello mi rostro contra la almohada, y toco mi abdomen contra el colchón, no otra vez

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Gato Calico ~ Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora