Vacaciones En Cuba// Voltron Kallura

Accidentes

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Hunk como cada día, se levantaba temprano, para hacerle el desayuno a sus amigos.

Hoy milagrosamente Pidge también despertó temprano.

-¡Hey, Pidge!.-La saludó cuando la castaña entró a la cocina.

Frunce el ceño al notarla tan desanimada.

-¿Qué pasa?.-Pregunto el grande moreno preocupado. Pidge definitivamente es su mejor amiga, con la que pasa mayor tiempo y demás, le duele verla tan triste.

-No es nada, Hunk. No te preocupes.-Murmuró la recien llegada, apoyándose en la encimera.

-Por tu cara, no parece. Vamos, pequeña ¡Sabes que siempre puedes confiar en Hunk!.-La ojimiel le sonrió como pudo, Hunk si que es un gran amigo.

-Es solo que...-Le costaba decirlo, hasta admitirlo. Tanto tiempo ocultando esos sentimientos.

Pidge podía ser muy buena con los números ¿Pero en amor? Eso si que no entendía nada.

-¿Es por Lance?.-Habló por fin el moreno, con voz suave. La chica lo miró a través de sus anteojos algo sorprendida, para finalmente dar una sonrisa triste.

-¿Tan obvia soy?.-Murmuró volviendo a su estado depresivo.

-Naa, solo soy muy observador.-Bromeó el paladin amarillo.

Pero para la pequeña de cabello corto no tuvo ninguna gracia.

-Es solo...Que no entiendo esto.-Movía las manos, tratando de explicar mejor.

-Es normal, Pidge.-

-¿Ah?.-Estaba confundida.

-Tus sentimientos, son normales.-Trató de explicar el mayor.-Lance es un gran chico, pero es bastante tonto para no darse cuenta.-

La chica de brillantes ojos caramelos resopló asintiendo.

-El se la pasa coqueteando con chicas...Al principio no me molestaba, ¿Ahora? Me siento tan rara... Como si quisiera golpearlo y a ella ahuyentarlas.-Murmuró Katie. Ese es un comportamiento tan extraño para ella.

-Esos son celos, querida amiga.-Hunk la rodeó por los hombros. La pequeña Holt fruncio el ceño.

-Pero...

-Pidge, no te estoy diciendo que llegues y te confieses, pero debes acercarte a él. Lance es un poco lento...

-¡Oh, vamos Hunk!.-La paladin más joven se levantó enfadada.

-Es obvio que a el le gusta Allura, y no me puedo comparar con ella. ¡Es una princesa!.-

-¿Y eso...-

-Por Dios, Hunk. Ella es todo lo que yo no soy, es bonita, alta, es de la realeza, es tan amable y yo solo...no tengo oportunidad, eso lo sé desde hace tiempo.-Terminó por dejarse caer sobre un sofá, con los ojos llorosos y el corazón apretado.

-Pidge, siempre te menosprecias. Es cierto que Allura es una princesa, y no se pueden comparar, porque ambas son muy distintas e igual de importantes para nosotros.-La nombrada abrió los ojos, acomodandose en el sofá, escuchando atenta a su mejor amigo.