Negro Y Blanco. Jack y Jill

1

Me encontraba caminando hacia lo más profundo del bosque para deshacerme del cuerpo de la señora que utilicé para matar.

Aún no podía creerlo "Al fín era libre", vengué la muerte de mi creadora y podré jugar con mas niños!

Arrojé el cuerpo de la mujer cerca de una cueva para que los animales la comieran fácilmente, no la corté con mi motosierra ya que me resultaba divertido imaginarla gritar mientras los animales la despedazan parte por parte.

Ahora, necesito un lugar para descansar-susurré caminando pacientemente por el bosque hasta notar una gran mansión.

Sólo entraré a ver, después de todo, sólo me puede ver aquél que yo desee-pensó para sí misma.

Entró en gran la mansión de 3 pisos pero sólo podía sentir la presencia de 3 chicos que dormían profundamente en su habitación, era extraño, habian muchas habitaciones vacías. Cuando se decidió a salir de ese lugar sintió una presencia extraña, algo la estaba observando.
-quién eres?-preguntó una vos masculina desde el rincón más oscuro de la casa a sus espaldas.
Ella quedó inmóvil ignorando por completo la pregunta
Él no puede verte, sólo no hagas ruido y pensará que no es nada.

-quién eres y porqué estás aquí?-su voz se tornó violenta.
Pero cómo puede verme!?-se preguntó muy confundida.

Me giré para poder verme cara a cara con... espera, él no tenía rostro, ya veo porque puede verme, era una especie de hombre muy alto y delgado con traje y tentáculos.

-Mi nombre es Jill-dijo con total serenidad-y estoy aquí por escapar...

El ente la agarró con sus tentaculos suavemente mientras la observaba físicamente-mataste a alguien?

Cómo lo sabe?
-Sí. -mmmmm parece que sí funciona-dijo mientas la soltaba-verás, esta casa funciona como una especie de incentivo para todo aquel ente que Zalgo anote en la categoría de un Creepy.

Zalgo? Creepy?

-el hecho de que hayas llegado aquí sin saber de la existencia de esta casa tiene mucha importancia, si quieres irte esta bien pero sería de gran ayuda que te quedaras, por cierto mi nombre es Slender.

-lo pensaré-respondió acto seguido salió de la casa y se encontró con un hermoso lago, se tumbó a las orillas de éste y mirando el cielo oscuro meditó en silencio.

Después de todo no tengo donde ir  

Cerró sus ojos un momento pero sin previo aviso se había quedado dormida.

Despertó desorientada en una cama, por primera vez Jill había dormido desde que su creadora murió, se convirtio en un ser con vida propia. Quitó las sabanas q se encontraban envueltas en su cuerpo y se dirigió hacia la puerta.

Qué me pasó?

-Slender!?-grité por todos los pasillos hasta llegar a la escalera.

Había 3 chicos 2 con máscara y 1 con un bozal y lentes, se quedaron igual de sorprendidos al verme.

-es una chica en casa-susurró el chico del bozal.

-y bien? Decidiste?-preguntó Slender desde la cocina.
Empecé a bajar las escaleras-ah, sí, me quedaré-respondí sin quitar mi vista de esos tres chicos.

-bien, el del bozal es Ticci Toby, el de la máscara pálida es Masky y el último es Hoodie, son mis Proxy.

-una chica Creepy, eso no es muy común en esta época verdad?-preguntó Hoddie.

-quizás sí, quizás no-respondió Masky.

-siéntate, ya eres una de nosotros-ordeno Slender mientras colocaba los platos con waffles en la mesa.
Saqué de mi manga un par de dulces.
-cuéntanos Jill, de dónde vienes?

Al paso de los años se unían más personajes a la casa, ya no se sentía tan vacía pero la llegada de Sally y Ben hicieron un cambio drástico en Jill.

-es una niña-dijo Jill con cierta repugnancia.

-sí, soy Sally, quieres jugar?-preguntó tiernamente la niña de ojos verdes.

-bien-susurró recordando a María pero sally era muy diferente a ella, Jill se adaptaba a la personalidad de las personas y empezó a cambiar a causa de Sally y Ben.

Sus colores brillantes volvían a aparecer, su carácter cínico y grosero cambiaba a uno muy hiperactivo y positivo.
Con el tiempo los creepys decidieron dejarla con Sally y Ben la mayoría del tiempo para que no afectase las personalidades de Jill así que ella quedaba con los niños cuando los demás iban a matar y aquí empezaría lo que se convertiría en su pesadilla...