Negro Y Blanco. Jack y Jill

2

Jill era completamente diferente a lo que los proxy y Slender habían conocido alguna vez.
Era la más extraña en la mansión, demasiado brillante y colorida, su largo cabello rizado de un color rojo carmín, sus ojos multicolor, sus hermosos corsé de colores, medias de arcoiris, vestidos, piel blanca con algunos tonos rojizos, sus colmillos puntiagudos le daban un toque especial junto con su largo cuerpo.
Masky era uno de los pocos que veía la belleza en un ser tan extraño aunque también extrañara a la antigua Jill.

Un día normal los creppys se encontraban en la sala: Eyeless Jack jugando video juegos con Hoodie y Ben, Jeff y Jane discutiendo, Nina y Clock  veían tele, ticci toby y Masky escuchado música, Slender estaba fuera de casa.

-Jill, quieres jugar?-preguntó Sally.

-claro que sí!

-qué jugará?-preguntó jane.

-jugaremos a la familia, tu eres la mascota Jane-dicho esto Jeff empezó a reír a carcajadas.

-sería buena idea-dijo Sally-Jill será la mamá y Masky...-hizo una pausa para mirar a Jane.

-qué sucede?-preguntó Jill curiosa.

-Jill, sabes que es besar?-preguntó Jane.

-no, Sally tú sabes?

-preguntale a Masky-sugirió la niña sonriendo-sólo tienes que acercarte mucho a su rostro y preguntar le.

Esperaba que Masky no perdiera esta oportunidad-SE ACERCA ZALGO CON EL FIDEO!!! CORRAN!!-grito Jeff luego de pegarle en la cabeza a Masky.
Todos empezaron a correr hacia al segundo piso menos Masky y Jill quien lo miraba directamente a los ojos.

-qué sucede? Porqué...?-se perdió en la mirada de Jill.

-Masky... cómo se juega a besar?-preguntó mientras se acercaba lentamente a su rostro.

El chico empezó a balbucear cosas incoherentes hasta que su rostro quedó totalmente rojo detrás de la máscara-eh... eh... eso...-subió lentamente su máscara hasta quedar sobre su nariz para empezar a acercarse a los labios de ella. A pocos centímetros mientras los demás ocultos en el segundo piso observaban la escena, la puerta principal se abrió violentamente.

-Hello Bitches!-gritó Zero llegando con una gran maleta junto a Liu-llegamos!
Al observar lo que pasaba se maldijo por lo bajo.

-tenían que ser ustedes idiotas!-grito Jeff bajando las escaleras.

Todos salían de su escondite decepcionados y maldiciendo por lo bajo.

-lo siento, no soy adivina-gruñó Zero aún en la entrada.

-no te preocupes, ya sé lo que es, vi a Jane hacerlo con...-Jill fue interrumpida por Jane.

-Jill! Era un secreto!-susurro Jane.
El cerebro de Jeff procesaba la información rápidamente.

-pero no es un juego?

-es un juego sólo de 2 personas-aclaró Masky colocándose bien la máscara.

El cuerpo de Jeff estaba totalmente inmóvil hasta que rompió en carcajadas hasta recuperar el aire para hablar-qué!? La plana besó a alguién!?-gritaba sobremanera con el rostro rojo mientras reía.

-no, de hecho fue un beso mutuo, mí primer...

-quién sería tan estúpido para besarte!? Jajaja! Quién fué!? Me burlaré de por vida sólo por imaginarlo! Que asco plana! Jajaja!

-su risa psicópata llenaba toda la mansión hasta que Liu la detuvo.

-cállate ya Jeff! Jane tenía la mirada perdida mirando al suelo hasta que salió corriendo afuera seguida por Liu.

-porqué todos me miran así? No hice nada-decía Jeff con serenidad-a demás ya fue Liu con ella.

-eres un completo idiota!-gritó Clock saliendo de la casa-a ella no le importan tus celos!

-celos? Estás loca!

-no le grites a Clock-advirtió Ticci Toby desde arriba.

Jeff salió molesto, Zero intentó calmar a todos contándoles sobre su viaje de regreso y Jill se encerró en su cuarto con un sentimiento de culpa aunque no lo entendía, no era buena con los sentimientos que no fueran de alegría o felicidad. Sacaba dulces de sus mangas y bolsillos intentando descansar hasta quedar dormida...

■

Sus ojos luchaban por abrirse, de alguna manera estaban cristalinos, como si estuviera viendo a través de un vidrio empañado. Giró su cuerpo para acomodarse, su mirada empañada pasó por el balcón donde parecía encontrarse la silueta de un hombre con manos largas, su primera impresión pensó que era Slender pero cuando su mente reaccionó su piel se tenso, abrió los ojos de golpe y su cuerpo se retorció para ver lo que se encontraba ahí pero no había nada, lo que la había hecho reaccionar era que Slender no tenía cabello, ni garras afiladas ni mucho menos unos ojos blanquecinos excesivamente penetrantes observando fijamente, pero ahí no había nada a demás del hermoso paisaje.

-Jill! Despierta!-los gritos de Sally se escuchaban a través de la puerta-los chicos quieren que juegues con nosotros en las ruinas! Slender no ha llegado! Estas despierta?

Era extraño, Slender ni siquiera estaba en casa-sí, ya voy-dijo casi en un susurro.

-te esperamos!

Los chicos aprovechaban la ausencia de Slender para que Jill pudiese manipular sus mentes y provocarles alucinaciones, ellos decían que era como jugar con lentes de realidad virtual. Normalmente se iban a un lugar espacioso el cual le llamaban las ruinas para que Jill estableciera su circo imaginario ahí para tener más juegos.
Slender prohibía esto porque al inicio para Jill no era fácil manipular la mente de más de 10 personas a la vez aunque ya lo había dominado, durante más de 2 siglos lo intentaba para divertirse y luego matar a las personas. Con la llegada de más Creppys tenía que manejar los numeros de cabezas para dominar.

Una vez afuera en las ruinas Jill empezó a distorsionar las cosas con su magia: música de circo, aparatos, muñecos, atracciones, dulces, entre otras. Mientras los demás se divertían Jill se encontraba sentada mirando desde lejos la felicidad de todos, por alguna razón no quería jugar aunque Jeff y Jane se encontrasen discutiendo como siempre y la culpa disminuyeron un poco simplemente se sentía extraña.

No era normal, pero nadie lo notaba Jill se acostó mirando al cielo azul y cerró sus ojos un rato luego de unos segundos la canción del circo se empezaba a distorsionar por alguna razón.

"Quizás Slender está cerca"-Pensó y abrió sus ojos para encontrarse con un cielo oscuro.
Se levantó algo confundida-"debe ser Slender"-se dijo para sí misma.

Empezó a caminar pero algo andaba mal, estaba viendo niños extraños y de un aspecto no tan agradable, los puestos de comida parecían deteriorados y habían manchas oscuras por todas partes. Un grito sacó a Jill de sus pensamientos y empezó a correr por cada paso que daba era un grito más hasta que sus oídos no resistían esos gritos, perdía el equilibrio y caía hasta que por fín llego al lugar donde se podían apreciar los aparatos, sus ojos se abrieron como platos y se sorprendió sobremanera, lo que estaba viendo no podía ser Slender.