16.
«Bésame fuerte antes de irte. Tristeza de verano. Sólo quiero que sepas, que, cariño, eres el mejor».
Charlotte se sentía triste y se imaginó si ella estaba igual que Zayn. ¿La tristeza se podía contagiar? no estaba segura, pero tenía ganas de llorar todo el tiempo, quería a Zayn de vuelta, quería a Zayn y sus manos calidas y su mirada brillante, quería a Zayn y su pequeña sonrisa, y su origami y su ceño fruncido.
Quería a Zayn.
Y sólo había pasado una semana. Charlotte observaba aquel rosado calendario, tachando los días con su marcador violeta. Nada había cambiado.
En el segundo día se preguntó si Zayn estaba así por su culpa ¿Quizás ella había hecho algo mal? ¿Quizás había puesto triste a Zayn sin darse cuenta?
Esa idea la asustó mucho.
—No es tu culpa, Charlotte —le dijo Anna, al tercer día. Anna también parecía triste... pero entonces, eso no era extraño, Anna siempre lo estaba.
— ¿Y si lo es? —Charlotte se estaba culpando y el sentimiento oprimía su pecho con fuerzas.
—Zayn está... uh, esto a veces puede pasar... y su enfermedad quizás no está ayudando mucho. Pero va a estar bien ¿okay?
Charlotte estaba llorando mientras Anna decía aquello, su hermana la acercó más y la envolvió con sus brazos.
—Oh, no, no —su hermana mayor chasqueó la lengua—. No llores por un chico, nena.
—Es mi mejor amigo —La niña se apartó y con la manga de su suéter se limpió algunas lágrimas—. ¿Y si jamás regresa?
Anna sonrió, triste.
—Lo hará, mi amor. La paciencia es una virtud y tú la debes poseer. Verás que volverá más pronto de lo que te imaginas.
Charlotte no quería pensar que su hermana mayor mentía. ¡Se supone que los grandes no mienten! ¿Verdad?
Pero ella simplemente no le creía. Había pasado siete días ¿cuánto más se supone que debía esperar?
—Más horas —respondió Anna al primer día de la segunda semana—. O más días... o quizás meses.
— ¿Una eternidad? —preguntó, Anna se rio un poco, y Charlotte frunció el ceño. No era gracioso. Ya nada era gracioso.
— ¡No! No una eternidad —su hermana negó con la cabeza—. Pero... dime algo, Charlotte ¿lo esperarías una eternidad?
—Sí —respondió sin pensar.
Anna parecía estar apunto de llorar. Besó a Charlotte en la frente y susurró «Sólo espera»
(...)
Charlotte ya no quería contar días. O tal vez se olvidó de hacerlo. Pero estaba segura que su calendario estaba atrasado.
Todo parecía pasar muy lento. Charlotte se preguntó qué hacía antes de ser amiga de Zayn. Pero no había nada antes de él, sólo recuerdos borrosos, y Cristal.
Cristal siempre estaba ahí. Pero Charlotte todavía se sintió sola y triste.
—Deberías ir a hacer amigos, podríamos ir al parque —le dijo Anna, una tarde.
Charlotte estaba en la sala, en la alfombra, jugando con su muñeca.
—No quiero hacer amigos. Ya tengo uno.
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Heart like paper » malik.
FanfictionLa amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.