Cap 1

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La guerra entre el clan de las diosas y el clan demoniaco parecia jamás parar, y eso era algo que todos y cada uno de sus miembros sabian.

La sangre corria por cada rincon de britannia, y esta se triplicaba si aquella que se hacia llamar la heredera del rey demonio aparecia en batalla.

Como en estos momentos, donde una chica de cabellos de plata miraba unos cuantos cadaveres de diosas, que yacian a sus pies.

Se encontraba perdida en sus pensamientos como era de costumbre, no prestaba real atencion a aquellos cuerpos, pero eso no evito que de un ataque despedazara la cabeza de un miembro de aquel clan que intento atacarla por la espalda.

Como si no acabara de cometer aquel acto, volvio a sumirse en sus pensamientos, mirando ahora el nuevo cadaver entre sus pies.

- ¿en que piensas, elizabeth?

Una seria pero tranquila voz provoco que la joven dejara de observar los cuerpos sin vida y volteara su mirada hacia atras suyo, encontrandose con un chico peli negro, que era más bajo que ella.

- en nada, zeldris.

- si claro, y yo soy un burro, como sea, venia a ver como te habia ido, pero veo que no debi preocuparme.

La chica solto un suspiro y se dirigio hacia su hermano pequeño, acariciando sus cabellos y desordenandolos en el proceso.

Ambos empezaron a caminar lejos de aquella masacre, hablando de cosas sin importancia.

- deberias comprarte ropa

-¿ porque? La materia oscura me sienta bien.

- no puedo evitar pensar que estas todo el tiempo desnuda.

- mentiroso, uso pijama a la hora de dormir.

Mientras los hijos del rey demonio sw alejaban, una de los supuestamente muertas miembra del clan de las diosas empezo a arratrarse, intentando ir por ayuda, pero sus heridas no le permitian moverse casi.

- Cuanto daño te han hecho....

Uno dulce y suave voz llena de lastima inundo los oidos de la moribunda divinidad, quien con las fuerzas que tenia alzo la mirada, encontrandose con un miembro de su clan, de rebeldes cabellos dorados y una mirada compasiva.

- L-lord me-liodas...

El chico se arrodillo al lado de la mujer y llevo una mano hacia su cuerpo, sanando por completo las heridas que poseia.

- ¿alguien más sobrevivio?

- no.... esa infeliz los mato a todos ..

El chico solto un suspiro lleno de dolor, se sentia mal por no haber llegado a tiempo a salvar a sus compañeros.

- ¿ Quien les ha hecho esto?

Una voz seria y demandante sono a espaldas de ambas divinidades, quienes reconocieron esa voz inmediatamente, uno de los cuatro arcangeles.

- lord ludociel..

- Elizabeth... la hija del rey demonio.

El arcangel fruncio el seño, claramente molesto al escuchar eso.

- esa desgraciada... Lord meliodas, ¿los dos se encuentran bien

- yo sí, acabo de llegar.

Intercambio unas palabras más con la diosa y el arcangel, para despues dirigirse a otra zona de brittania, sobre volando buscando a cualquier herido de algun clan.

Algo le llamo la atencion, se trataba de dos niños del clan humano que parecian intentar esconder algo a su llegada.

Extrañado, descendio de los cielos y se paro justo atras de los pequeños, observando lo que hacian.

-¿ que hacen pequeños?

Los niños se colocaron enfrente de una pequeña cueva, cuya entrada estaba cubierta por hojas.

- n-nada....

- ¿enserio?

Los pequeños se miraron dudosos, pero luego se apartaron de la entrada para dejar al rubio pasar, quien al entrar en el lugar descubrio que era lo que tanto se esforzaban en ocultar.

Se trataba de una tumba triple bien sellada, habia un simbolo de corazon en cada una, excepto en la tercera que era más pequeña, y poseia lo que era un corazon con una flecha grabado.

Comprendio que debia tratarse de una tumba importante para los pequeños, quienes quizas no querian que esta fuera descubierta.

Salio de la cueva y miro a los dos niños con una mirada compasiva, acariciando sus cabezas.

- ¿ porque querian ocultar estas tumbas?

- p-porque son de un romance prohibido

El chico parpadeo extrañado, ¿ Un romance prohibido?

Claro, tres tumbas.

Dos amantes.

Y la que tenia la flecha, más pequeña que las otras dos, debia ser del fruto del amor que no tuvo suerte.

No recordaba ninguna ocasion en la que se prohibiera casarse con otros clanes o entre el propio clan... a excepcion claro del clan de los demonios.

Decidio no darle más vueltas al asunto y seguir sobrevolando el lugar.

Tan opuestos ~

Yo la pecadora y tu mi angel - NNT Au melizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora