Despues de estar sobrevolando casi toda britannia por una hora, el joven miembro del clan de las diosas decidio parar para poder descansar, vio un hermoso lago rodeado de vegetacion y decidio descansar ahi.
Aterrizo en el pequeño claro donde estaba situado el lago, miro a sus alrededores para verificar que no viniera nadie y se arrecosto en el cesped, en eso un pequeño e inofensivo conejo se acerco a él, colocandose en su pecho, lo unico que Meliodas hizo ante eso fue reir suavemente, para poco a poco quedar dormido igual que el pequeñin que tenia en su pecho.
En otros universos, hubiera podido escuchar los pasos de una demonio acercarse, pero no señores, aqui no tenemos al enano avispado, solo su version anegilto ukeable, por lo que pese a que un miembro del clan enemigo se acercara al lugar, ni siquiera abrio los ojos, permaneciendo totalmente relajado.
Elizabeth se habia cansado de andar con zeldris de un lado para otro, por lo que apenas tuvo la oportunidad de alejarse de su pequeño hermano decidio ir a tomar un rato de relajacion en su lago preferido.
Grande fue su sorpresa cuando al llegar al lugar encontro a un miembro del clan de las diosas tomando una siesta justo ahi.
Ella se acerco a él haciendo el menor ruido posible, mientras en su brazo empezaba a crear una garra de materia oscura, no le importaba llenar de sangre su lugar favorito.
Pero cuando estuvo a pocos pasos del chico que dormia tan placidamente, dejo de crear aquella garra y su mano volvio a la normalidad..
- lindo...
Susurro para sí misma, y es que la vista no podia ser mejor.
Aquel muchacho tenia facciones de niño, su rebelde cabello rubio se veia iluminado por el sol que llegaba atravez de la vegetacion, tenia una expresion de relajacion total, y el conejito en su pecho no ayudaba a desvanecer la adorable imagen que tenia enfrente.
Solto un suspiro.
Solo por esta vez, tomaria un descanso en un lugar diferente.
Días despues~
El campo de batalla seguia siendo un matadero, como no.
Cinco miembros del clan de las diosas se encontraban en un estado tan miserable que lo mejor que se podia hacer en ese momento era acabar con sus vidas, tampoco es que hubiera aliados cerca para auxiliarles.
La princesa del clan de los demonios levanto su espada, dispuesta a darle fin a esas "insignificantes" vidas enemigas.
- ¡ Espera!
Una voz a su espalda la detuvo.
Extrañada por aquella intromision, volteo su mirada, descubriendo que atras suyo se encontraba el joven de dorados cabellos que habia visto ďías atras.
Este se veia angustiado, cosa normal pues estaba a punto de presenciar a sus compañeros ser asesinados.
- te lo ruego, dejalos vivir...
Como si esa dulce y amable peticion emitida por el rubio no hubiera llegado a oidos de la demonio, esta simplemente dio una estocada con la espada que acabo con la vida de las diosas.
Al voltear su vista nuevamente, pudo ver como unas pequeñas lagrimas empapaban el rostro de aquel chico, quien tenia una cara de miedo y asombro.
- ¿p-porque?
- estamos en una guerra, no puedes ir pidiendo piedad para todos por ahi.
- ¡I-infeliz! ¿¡Es que los demonios no piensan en nada que no sea sangre?!
La peli plateada fruncio el seño ante aquel grito, unas ganas enormes de gritarle " ¿¡y ustedes no piensan en nada que no sea su estupida deidad suprema y sus decisiones egoistas?!" la invadieron, pero decistio de emitir aquel grito y simplemente extendio sus alas creadas por materia oscura, elevandose en el cielo.
- nos vemos.
- ¿uh?
El tiempo se detuvo por unos segundos, las miradas de ambos se cruzaron y no se despegaron, incluso la severa expresion de la demonio se suaviso, mientras que el chico parecia haber caido bajo un hechizo.
( la pinshi multimedia papu)
- ¡Meliodas!
No fue hasta que el grito a las espaldas de ambos sono, que volvieron a la realidad, la joven de cabellos de plata maldijo al ver de quien se trataba y volteo a ver el sol, al darse cuenta que casi era mediodía no le quedo otra que irse.
- ¡Meliodas! ¿Estas bien?
El recien mencionado agito la cabeza como si acabara de salir de algun tipo de trance.
- si, lo estoy Mael, pero ellos no...
La mirada del rubio se dirigio a los miembros muertos, se odiaba a sí mismo por no defenderlos como se debia, pero su corazón no le permitia usar su fuerza de esa manera.
Sintio una mano acariciar su cabeza junto con un "no es tu culpa", pero él solo suspiro y quito la misma de sus cabellos rebeldes, al tiempo que miraba al piso deprimido.
- sí lo es...
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Yo la pecadora y tu mi angel - NNT Au melizabeth
FanfictionPara la heredera del trono del rey demonio, no habia vista más hermosa que la sonrisa del hijo de la deidad suprema, su cabello rubio, su mirada inocente, su suave piel. Lo amaba todo de él. Au de NNT, en resumen, elizabeth toma el papel de meliodas...