Cap 4

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La hija mayor del rey demonio jamás había estado nerviosa, preocupada o asustada. Esas "inútiles" emociones jamás habían estado presentes en su vida, cualquier rastro de temor se había quedado anclado en su más tierna infancia, hace ya muchos siglos.

Entonces... ¿Porque, ahora, a una distancia prudente del miembro del clan de las diosas  al que había estado buscando...se encontraba temblando?

Sin duda no había esperado que su cuerpo se paralizará al verlo, creyó estar mentalmente preparada para ir y buscar a ese tierno e inocente muchachito. Pero ni bien tenerlo en la mira, había olvidado cualquier cosa que pudiera decir.

En primer lugar ¿Cómo iba a entablar una conversación?¡ La última vez que lo vio, había matado a varias diosas!  ¡Sus compañeros!

Sin duda lo había planeado todo mal, decidió mejor irse y dejar de pensar en ese rubio por un tiempo, tenía cosas más importantes que hacer.

Crack

¿¡Quién puso esa pila de ramas ahí!?

- eh? ¿hay alguien ahí?

No pudo ni esconderse, que el rubio ya había llegado hasta el lugar donde se encontraba ella.

"Me lleva la mierda" pensó.

- ey...

Murmuró de manera incómoda mientras se daba la vuelta para encarar al muchacho, quien parecía asombrado ante su presencia.

¿Y cómo no estarlo? Era Elizabeth, la cruel, poderosa, letal y bella princesa Elizabeth de los demonios. Cualquiera de asombraria de verla.

- ¿Usted? Que..¿que hace aquí?

- Oh bueno, digamos que tenía curiosidad de ver a esa peculiar diosa varón que le suplica a un demonio para que no dañe a alguien, en vez de atacarlo..

Respondió de la manera más irónica que pudo, ahora que lo tenía enfrente nuevamente, estaba luchando por recordar que era lo que le quería decir..

Espera, nunca le quizo decir nada...sólo quería verlo de nuevo.

Mierda.

- Oh...eso... no me gusta luchar...

- Lo note cuando no le atacaste, diosa..

- Meliodas, un gustó....

Meliodas, claro, ese era el nombre de aquel lindo muchacho.

- Elizabeth, el placer es tuyo.

El chico dejo escapar una risa ante aquello, lo que extraño a la joven, que esperaba que se sintiera ofendido o algo así.

- Un gustó, Lady Elizabeth.

Le iba a dar un ataque de diabetes, y la enfermedad nisiquiera era conocida en esa época.

- Bueno, debo irme ya, Meliodas, digamos que no creo que el que viene para acá este tan agusto hablando con un demonio

Meliodas nisiquiera se había dado cuenta que mael venía en direccion a ellos.

Antes de que pudiera decir algo, la chica ya se había ido por el bosque, casi como un rayo, dejándolo mirando en la dirección donde había estado segundos antes.

- Lord Meliodas, está bien? sentí una energía demoníaca por aquí..

- Estoy bien mael...

Pese a sus palabras, el joven se había quedado sorprendido por la joven demonio, que había ido en su búsqueda sólo para saber su nombre..

"Elizabeth...?"

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Llevo un año sin actualizar...

X: ese chiste está muy usado.

Cuál chiste :'u?

- huir-

Yo la pecadora y tu mi angel - NNT Au melizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora