Sukoshi kurutta [ΩHiguelΩ/¤Kuban¤]

Última demanda

Se quedó inmóvil mientras sentía los labios del otro moverse acompasados esperando que los suyos respondieran al contacto. Pero Miguel solo se quedó pasmado.Marco se alejó de él relamiendose la comisura de la boca y al notar que el otro lo miraba confuso Leo tomó control del cuerpo. Estaba nervioso, demasiado, ¿Qué había hecho? Tanto tiempo de esfuerzo para que al final lo mandara todo a la borda por un momento de no pensar bien las cosas.

¤Vamos, del contacto nace el amor, no te quejes¤

-Yo...-

El músico se removía en su lugar sin saber bien que decir hasta que recordó que Hiro se encontraba en la audiencia. Sintió un escalofrío recorrerlo completo.

¿Qué debería hacer? Quedarse a esperar una explicación de su mejor amigo por lo ocurrido o simplemente salir corriendo para dar él una explicación al mitad japonés.

-Yo te amo- soltó Leo, interrumpiendo los pensamientos del mariachi rojo.

Los ojos de Miguel se agrandaron como platos. -Leo...-

El nombrado lo interrumpió, tenía casi lagrimas en los ojos y la voz semi quebrada. -Miguel yo llevo amandote casi tres años-

-Leo...- trató de interrumpirlo el otro.

-Pensé que no te gustaban los chicos pero luego llegó Hiro y me di cuenta del error que había cometido al no decirte esto antes y-

-Leo...-

-Pero ya no puedo seguir huyendo Miguel...-

Hubo un pequeño silencio tenso, a pesar de que el poblano estuviese cara a cara con Miguel el músico no se atrevía a verlo a los ojos.

-¿Cuál es tu respuesta?...-

El músico no pensó en una respuesta, ni siquiera quería tenerla, lo que salió de su boca en ese momento fue más bien una pregunta. 

-...¿Y Kubo?-

Aquellas palabras callaron por completo los pensamientos de Leo por unos segundos, solo unos segundos, antes de que arremetieran con más fuerza, confundiendolo por completo.

¤Kubo solo era una coartada el verdadero objetivo era...¤

ΩMiguel. Ya lo sé. Pero no es tan fácil Marco, ¡No te puedes simplemente deshacer de una persona!...

Y menos de una persona que te amaΩ

La contraparte tragó duro.

Kubo.

¿Qué pasaría con Kubo?

-¿Tu... No lo amas?-

Cuestionó nuevamente Miguel.

El mariachi azul se sentó en el suelo de madera del escenario.

Amarlo...

¿Qué sentía por Kubo?

Incluso Marco se lo preguntaba. Era completamente diferente a lo que la sombra de personalidad sentía por Miguel. Ambos sentimientos tenían la misma intensidad pero era como si una de las opciones tuviera una corona de rosas y otra de lirios. Sentía que ambas las quería tomar pero solo podía decidirse por una.