"II: ¿Dónde estás?."

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Summer.

-Summer- me sacó de mis pesamientos la dulce voz de mí madre entrando por la puerta de mí habitación, yo estába acostada en mi cama leyendo un libro.

-¿Si, mamá?-.

-Con tu padre ya nos vamos, te quedarás con Michael, traten de no pelear, ¿si?-.

-Claro mamá- dije casi en un susurro. Ella ya había salido de mi habitación y yo por mí parte, seguí leyendo. Ya iba en la parte en que Thomas estába recorriendo el laberinto, junto a Minho, sí, estába leyendo Maze Runner.

Paso el rato y decidí ver si Mike seguia vivo. Salí de mi habitación y fui hasta la puerta de la habitación de él. Cuando ya estuve afuera -la puerta de él estaba al lado de la mia-, golpeé.

Nada.

Volví a golpear, y denuevo nada.

Resignada, volví a mí habitación y al rato, bajé a la cocina. Ya en la cocina, puse palomitas en el microondas y esperé un momento. Todavía no estában, así que decidí ir a ver televisión al sillón. Luego de un rato, me paré para ir a ver las palomitas, pero para mi sorpresa, Michael se las estába comiendo.

-Michael, ¿qué haces con mis palomitas?- pregunté frunciendo el ceño y colocando mis brazos sobre mi cintura.

-¿Estas?.- dijo levantando el bol con las palomitas ya adentro.

-Si, esas. Ahora, suéltalas y damelas.- dije cabreada.

-¿Qué si no te las doy?.- ya me estaba hartando.

-Michael, ya comportate-.

-¿Desde cuándo te importa tanto lo que hago?.- preguntó en un tono firme.

-Desde el día en que me dí cuenta que estás más insoportable que nunca-.

-¿Te digo el por qué soy así?-.

-Claro, dime-.

-Estoy más insportable que nunca por tu maldita culpa. Te odio desde el día en el que papá se caso con tu madre y te tuvieron a tí. Tú y tu madre me han arruinado la vida, si no fuera por ustedes, yo con mí padre seríamos una famila felíz, sin las tontas reglas de tu madre, ni los días que me tengo que quedar aquí cuidandote-.

-Si tanto me odias, ¿por qué mierda accedes a cuidarme?, ¿crees que es genial tener que pasar horas sin poder hacer nada, por qué a tú hermano se le da la gana de no dejarte hacer lo que quieres?-.

-¿No te cabe en la cabeza que si fuera por mí no te cuidaría?, desde el día en que mí madre murió, mí vida ha sido un asco, desde que tengo dos años he vivido la peor vida. Summer, entiendeme-.

-No te puedo entender Michael, mi madre no ha muerto.- ok, eso fue demaciado duro- lo..lo siento, yo...yo no debería haber dicho eso, perdón, lo siento-.

-Jamás debería haberte dicho algo, ahora ya sé que no debería contarte esto. Gracias, hermana- dijo dejando me sóla en la cocina, con un bol de palomitas en las manos.

La he cagado, jamás debí de decir eso. Ya sé que eso es un tema duro para Michael, la he cagado en grande.

Michael había subido a su habitación, y yo seguia ahí parada como una tonta.

Reaccioné y corrí lo más rápido escaleras arriba. Ya arriba, busqué la puerta de la habitación de Mike, y me dirigí a ella, golpeé, y Mike no contesto. Obvio.

Volví a golpear un buen rato, hasta que me rendí y cabizbaja me fui a mi habitación.

Todas las ganas de comer palomitas de maíz se me fueron, todo por la pelea con Michael.

Al rato después salí de mí habitación. Ya en el pasillo, me senté en la pared que está al frente de la puerta de la habitación de Mike. Volví a golpear, hasta que de la nada, la puerta abrió sóla. La empuje hasta que estuvo totalmente abierta, y entré. La habitación estaba sóla, no había rastro alguno de Mike. ¿Dónde rayos se habría metido?. Gire y la ventana estaba abierta hasta la mitad. Mike, ya sé por donde escapaste. Enojada por el comportamiento infantil y absurdo que toma Michael, salí de la habitación y me dirigí a la mía.

Y así pasaron las horas... y nada. Michael no pensaba en aparecer, estaba completamente sóla en una inmensa casa.

**

Después de todo, decidí dormir.

Al paso de las horas, todavía no había rastros de Michael, hasta que de madrugada sentí ruido en la habitación del lado. Me levanté de mí cama, y fui a ver que pasaba. La puerta estaba medio cerrada, por lo que tenía un espacio para ver. Era Mike entrando por la ventana.

Retrocedí unos cuntos pasos, y volví a mí habitación, mañana le preguntaré dónde fue.

Michael.

No aguanto los comportamientos de Summer. Sólo por ser la menor se cree la consentida de la familia, que él mundo está a sus pies y no es así.

Estoy harto de todo, menos de las carreras. Lo único que me despeja es ganar un poco de dinero en lo que me gusta, correr en mi moto. Sentir la adrenalina corriendo por mis venas, eso sí es vida. No tener que cuidar a una niña malcriada.

Después de todo, salí a correr un rato, lo único que quiero es despejarme, por muy peligroso que sea correr, es lo mejor.

He aquí, el segundo capítulo. Comenten y voten, gracias amores.

Vayes xx.

No princesses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora