Relata Liv.
Casi como si fuera una película de drama, comenzó a lloviznar. Trataba de aguantarme el llanto que tenía guardado ante el rechazo de Dave, no quería llorar, no iba a llorar por un chico.
Comencé a trotar un poco a causa de la lluvia, en busca de una cabina de teléfono disponible.
Marque el número de teléfono de la casa de los chicos, me atendió Cliff.*Llamada telefónica*
Cliff: ¿Hola?
Yo: Cliff, soy yo...
Cliff: ¡Liv! Ey, chicos, es Liv. ¿Como va todo?
Yo: Para la mierda. No sé por qué vine para acá.
Cliff: ¿Qué?, ¡Paren, luego les paso con ella! Liv, ¿qué pasó?
Liv: Dave me cerró la puerta en la cara, no quiere verme. Me siento una estúpida.
Cliff: No, el estúpido es el. - escuche un ruido raro, como si le estuvieran sacando el teléfono. Los escuché diciéndose cosas, peleando, hasta que alguien agarro el teléfono.
James: ¿Qué te hizo ese pedazo de imbécil?
Yo: No, James. La imbécil soy yo por pensar que me recibiría.
James: De hecho, Kirk fue el que te convenció de ir. - de lejos se escuchó a Kirk decir "Hey!"
Yo: No, James. Yo quería venir.
James: Le voy a patear el culo. Ya está, Liv. Volvé para acá, no lo necesitas.
Yo: Ya sé, solo me frustra haber estado en un viaje tan largo para nada, y me rechazó, no lo puedo creer.
James: Volvé, Liv. Te vamos a estar esperando.
Yo: Sí, James. - dije sonriendo de lado, y colgué el teléfono.
*Fin de llamada telefónica *
Relata Dave.
Estaba fumando un poco de hierba con los chicos de la banda. Habíamos estado ensayado por horas luego de que Liv se fue, necesitaba distraerme, porque estaba a punto de pensar que lo que hice esta mal. No quiero ser débil, me tengo que aferrar a mis principios, aunque me duela mucho, porque yo siento cosas por Liv, cosas fuertes, que nunca sentí por nadie... Basta, debo dejar de pensar.
Estaba en el balcón, descansando un poco luego de haber ensayado mucho y de haber escrito miles de letras, que en parte eran todas para Liv. En eso, siento que David me llama desde adentro.
David: Dave, tenes una llamada. - dijo asomándose por el balcón con el teléfono en la mano.
Apagué el porro, lo guardé en el bolsillo. David me miró desilusionado, entonces entendí que quería. Rodé los ojos y rápidamente le di el porro para que lo terminara de fumar. La cara se le iluminó, entonces yo atendí el teléfono.
*Llamada telefónica*
Yo: ¿Hola?
Lars: ¿Sos idiota o qué? - largué una carcajada al escuchar quien era.
Yo: Pero mira quien aparece ahora. ¿Yo soy el idiota? Conseguite un espejo mejor, Lars.
Lars: No me contestes si no querés, pero escuchame. Liv es una chica impresionante, que no tuvo nada que ver con que te sacaramos de Metallica. Ella fue la que te lo quiso decir, y de hecho te lo dijo, vos no le quisiste creer. Deja de encerrarte en tu burbuja, Dave. Ella te quiere, fue hasta allá para estar con vos, para apoyarte. Le importas, no dejaba de hablar de vos, estaba preocupada por como estarías. Y vos, pedazo de imbécil, le cerras la puerta en la cara. ¿Podrías dejar de ser egoísta una vez en tu vida?
Yo: ¿Yo soy el egoísta?
Lars: El asunto de Metallica lo hablamos en otro momento si querés. Ahora se trata de Liv.
Yo: ¿Y ahora te importa ella? ¿Por qué no te preocupaste cuando era tu novia?
Lars: Hace las cosas bien Dave, no la dejes ir, es lo único que te voy a decir. En unas horas va a tomar el tren para venir otra ve con nosotros. Buscala.
*Fin de llamada telefónica*
Me quedé pensando unos segundos. Mirando el teléfono. Odiaba a ese enano y todo lo que me había hecho, no puedo estar más enojado.
Y Liv...
David: ¿Todo bien? - dijo David desde el balcón, sacándome de mis pensamientos.
Yo: Eh... Sí, sí. - dije acercándome a él y sacándole el porro para seguir fumandolo.
El resto del día les mostré las letras que tenía a los chicos. Les encantaron, y comenzamos a componer con los instrumentos algunas cosas. Todo con la banda iba bien, debería estar contento, he hecho más en este mes de lo que nunca hice con Metallica. Pero, ¿por qué estaba tan desanimado? A quién engaño, no me puedo sacar de la cabeza a Liv.
Los chicos se fueron a sus casas, ya estaban cansados por estar todo el día acá. Miré la hora. Eran las 22. Me senté en mi sofá, con una botella de cerveza en la mano.
¿Qué estoy haciendo? Soy un imbécil. ¿A quién engaño diciendo que Liv no es la mujer que amo? Tengo que buscarla.
Me levante rápidamente y fui corriendo a buscarla. Me di cuenta de que estaba un tanto lejos para llegar a tiempo solo corriendo, y al ver el taxi que se acercaba vi mi oportunidad.
Le chifle, el taxi paro, entre y le dije a donde ir, pidiéndole que por favor se apurara. Creo que el tipo me miro mal, lo cual no me interesó.Llegamos al lugar, le pagué al hombre con unos billetes y enseguida salí. Miré para todos lados, buscando reconocer su cara. No estaba, me estaba desesperando, no la puedo encontrar. Camine y camine, pero nada.
Entonces, todas mis esperanzas se fueron cuando vi que el último tren se estaba yendo. Me quedé como idiota viéndolo, desilusionado, y maldiciendome por dentro por haber sido un idiota. Me recordé a mi mismo todas esas veces que fui un completo estúpido con Liv, y me arrepentí. Pero ahora, ¿que puedo hacer? Me merezco que todas estas cosas me pasen, incluso lo de Metallica.
Me di vuelta para caminar de nuevo hasta mi casa, pero me asuste un poco al ver que alguien que estaba detrás mío.
Liv: ¿Dave? - Levante la cabeza al reconocer esa voz, luego del susto que me había pegado, me calme y la cara se me iluminó.
Yo: ¿Liv? Pensé que te habías ido... - dije como relajado.
Liv: ¿Qué haces... - No la deje terminar de hablar, la tome por la cintura y le di un beso intenso en la boca.
Al principio ella se sorprendió, no entendió bien. Luego, se dejó llevar y me tomó de la cabeza, siguiendo el beso.
No se cuanto tiempo estuvimos dándonos un beso, creo que fueron como 5 minutos, donde nos deseábamos intensamente.
Yo: Perdón. Por todo, no te voy a dejar esta vez, Liv. - ella sonrió.
Liv: Más te vale. - dijo riendo.
Nos dimos otro beso interminable.