Diente de león

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Hoy, soplé un diente de león.


Pasé la madriguera y vi un diente resaltando.

El verde palidece con creces ante su blanco.

Me acordé de ti, sin duda.


Amabas esas flores como amabas a la vida.

Tomabas y soplabas, veías volar con la brisa.

Lo tomé entre mis manos.


Sin sentido, incomprendido, era estar en ese lugar.

Volví a ti sin quererlo, o queriéndolo quizá.

Soplé, sin más.


Lo vi flotar paciente, impotente, lentamente,

Se hizo uno con la brisa, y se marchó de repente.

Cómo no acordarme de ti.


Un filme y cien recuerdos lo acompañaron en vuelo.

Me di la vuelta pronto, ese ya no era mi cielo.


Hoy, soplé el último diente de león.


Siempre digo que no más, y por un rato me alejo.

Pero cómo evitarlo. Extraño nuestro enero.

Otoño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora