Así como la cena comenzó, así terminó. El conde Johnson tenía 2 manchas enorme de limonada en ambos hombros. Había escuchado a Ricardo reírse 2 veces en este misma noche; algo me decía que no significaría bueno.
Sebastian había recién recogido nuestros platos del postre y ya se estaba haciendo más de tarde. Era hora que mis dos invitados se retiraran. Los volteé a ver fijamente.
-Ha sido una cena satisfactoria...- Sonrió Matheus.
Cerré los ojos soltando una corta risita.
-Muchas gracias.- Dije.
¿A dónde se habrá metido Sebastian? ¿Por qué estará tardando tanto? Como mi mayordomo debería de quedarse parado junto a la puerta de entrada a mi lado. ¿¡Por qué no está aquí!?
-Bien, creo que me retiraré en seguida...
Un estruendoso trueno se escuchó cerca de la mansión. Mmm, esto no me parece nada bien. Tengo un mal presentimiento al respecto.
Miré a Ricardo, quién se encontraba aún sentado.
-Qué mal, parece que lloverá pronto. Oh, ¿podría el camino bloquearse e impedir que ninguno de nosotros pueda salir de aquí?
¿Así o más sarcástico? Ese tipo es detestable. Si fuera por mí, lo mataría en seguida.
-Tsk.- Chasqueé- Les pido que pasen a relajarse un momento en la sala de invitados. Conde Johnson, usted sabe dónde se encuentra, así que lleve a mi otro invitado, por favor.
Éste caminó hacia mí y tomó mi mano. Se inclinó hacia mi altura y me miró a los ojos.
-Recuerde que aún me debe un baile.- La besó.
Volteé la mirada y retiré mi mano. ¿M-me habré sonrojado? ¡Espabila!
-Si C-conde.- Tartamudeé.
Me sonrío y se encaminó hacia la sala. Al girarme, pasó algo totalmente inesperado.
Las puertas se cerraron y Ricardo me sujetaba las manos por detrás de mi espalda; su cuerpo se apoyaba en el mío contra la pared; se encontraba muy cerca de mi rostro; Con su otra mano libre tapaba mi boca impidiéndome gritar.
-Qué mal.......... El conde Johnson tenía grandes planes para ti hoy en la noche.. Pero creo que me adelantaré primero.- Me dijo acercándose más.
Me había colocado en una posición donde era incapaz de moverme. Trataba de no mirarlo, pues cada más tiempo que lo había, me producía náuseas y mucho asco.
Sí observé que mientras éste me sostenía, Claude Faustus nos tomó a los dos y volamos por los altos edificios de Londres hasta estar lo suficientemente alejados de la mansión Phantomhive.
Trataba de conversar mis ojos abiertos, pero sinceramente estaba siendo Claude demasiado veloz, así que se nublaba mi visión o simplemente me era imposible abrir los ojos.
Sentí un fuerte golpe donde aterrizamos. Era una habitación roja, dorada y negra.
-Aquí está bien Claude. Ya sabes qué hacer.- Le dijo aún sosteniéndome.
-Sí... Su alteza.- Esa frase.... Ya la había escuchado antes.
Alois Trancy pasó por mi mente.
Me giré hacia Ricardo pero caí de rodillas. Me habían atado con cuerdas mis tobillos juntos y las manos también. Tenía cinta encima de mis labios.
-Lamento haberte traído así.. - Caminó hacia su tocador y se quitó la chaqueta- Pero si te lo hubiera pedido, me hubieras echado ya de tu mansión.
En realidad, aunque no supiera lo que tendría que pedirme, lo hubiera echado.
Ya estaría afuera si no fuera porque Sebastian se ha metido en no sé dónde.
-¿Qué es lo que quiero?....- Sonrió y se quitó las botas.
Me volteo a ver.
Oh, oh.... Esto no me parece bien. Esto está muy mal.
Sentí un asco enorme y mi corazón comenzó a latir rápido.
Abrí los ojos grandes.
-Te prometo que intentaré no lastimarte.- me dijo.
Se acercó y me cargó. Traté de forcejear con todas mis fuerzas para que me soltara.. Más mis intentos fueron en vano, por que vi cómo encadenó con fuerza mis manos ahora al extremo de la cama.
Sacó una navaja y me miró.
-No te lastimaré.- Dijo cortando en V mi vestido del pecho hacia mi vientre.
Me quitó la cinta rápidamente y respiré agitada.
-¡SEBASC-!..- Cubrió mi boca rápidamente con su mano y se acercó a mi.
-Si gritas... Puede que sí te lastime. Hazme un favor y no permites que tu apellido se manche aún más.. Puede ser que arme un escándalo si no te portas bien, ¿de acuerdo?
No podía darme ese lujo, pero.. Estaba mi dignidad, la poca que........... ¿Dignidad? ¿Aún tengo eso? Ya había sufrido demasiado y había sido humillada ya demasiado. Sostenía mi apellido de un hilo.. ¿Hilo? Eso lo une más a pesar que sea apenas muy delgado. ¿Acaso necesitaba una humillación más para quedar completamente hundida? Esta explicación está muy cerca.. La presiento.
Me volví hacia los ojos de Ricardo, quien quitaba su mano poco a poco hasta que por fin la retiró.
-Buena niña- Me dijo.
Eso era lo último que podría ser.. Buena.......
Observaba como se quitaba toda lo ropa que portaba y deslizaba sus manos asquerosamente en mi.
Maldito pervertido bastardo.
¿Dónde ha quedado el respeto? Se ha esfumado por completo de todo ser que conocí.
Ahora no hay más... No puedo arriesgarme.
Trataré de aguantar, aunque.. Ya he vivido cosas peores:
Muerte, humillación, soledad, ruinas, burlas, protestas, agonías, injusticias, separaciones, crueldad.... E incapaz.
Cerré mis ojos soportando el dolor que ya había recién comenzado.
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Tan sólo soy... yo
DragosteKarin, era su nombre.... Sebastian era su mayordomo............ Una no lo sabe, otro demonio... ¿Se podrá revelar sus verdades identidades? Amor prohibido, peligro, comedia, misterio, sobrenatural... Disponibles ya el OVA, la 2da temporada y la 3ra...