Yoongi deambulaba por los pasillos de la biblioteca sin mucha prisa, no solía visitarla por mero gusto a leer como cualquiera podría pensar; cuando iba era para realizar algún trabajo o encontrar un lugar tranquilo y silencioso para dormir un poco en sus horas libres. No se le podía llamar el mayor aficionado a leer, pero sabia disfrutar de un buen libro de vez en cuando. A pesar de esto sus vistas eran comunes, pues el enorme lugar daba la paz necesaria para poder recuperar un poco del sueño, razón justa por la que se encontraba ahí, a causa de que había permanecido considerable parte de la noche pensado en cierto omega.
Mientras buscaba un lugar dónde poder recostarse un rato, escuchó un ruido un poco fuerte para tratarse de la biblioteca. Curioso por saber de qué se trataba dobló en el siguiente pasillo y se encontró con una persona intentado cargar una gran torre de libros. Era lo suficiente grande para que la persona del otro lado no fuese visible.
¿Cómo alguien de la estatura de esa persona creía que podría cargar con gran cantidad de libros sin hacer un desastre? Aunque bueno, esa osada criatura era casi de la misma estatura que él, así que no podía decir mucho en realidad. Aún así, le seguía pareciendo un poco riesgoso, la idea de acercarse a ayudar se cruzó por su mente pero en serio quería dormir un poco. No era de su incumbencia como las otras personas decidían complicarse la vida.
Estaba por darse la vuelta y seguir buscando un buen lugar para por fin descansar, pero aquel delicioso e inconfundible aroma que lo traía loco se filtró en el aire hasta llegar a él, casi como llamándolo. Entonces comprendió, instintivamente se dio la vuelta y caminó hasta el omega que aún luchaba por avanzar con esa enorme torre dispareja entre sus manos.
—¿Quieres ayuda? —preguntó Yoongi posicionándose a un lado de Jimin, así este podría saber de quién se trataba.
—Que sea omega no quiere decir que sea un incompetente que no puede hacer nada por si solo —contestó Jimin intentado caminar, pero la pila de libros inestables se tambaleo en sus brazos y tuvo que detenerse un momento para que ésta volviera a estabilizarse.
—Yo nunca dije que fueras un omega incompetente. De hecho, me pareces alguien muy competente. Mucho más que algunos alfas, realidad. Aun así creo que cargar esa monstruosa torre no es la solución mas sencilla. tu o alguien mas podría salir lastimado, o podrías meterte en problemas si alguno cae y se daña —explicó mientras analizaba la postura del omega, la cual parecía comenzar a ceder ante el peso.
—¿Esto es un intento de ganar puntos? —cuestionó el peliazul con una sonrisa burlesca mientras arqueaba una ceja.
—No, es un intento de que no te lastimes o te metas en problemas —contestó el alfa cruzándose de brazos— Pero si gano puntos con esto tampoco me quejaría.
El pequeño omega pareció meditarlo por un momento, pero el alfa notaba como los cansados brazos de este comenzaban a temblar mas y mas, era mas que claro que estaban a punto de ceder si el omega no se deshacía de un poco de aquel peso. Su lobo le gritó que hiciera algo antes de que su omega se lastimara por culpa de ser tan obstinado y orgulloso.
—Jimin, compartamos peso —dijo el alfa descruzando sus brazos y tomando unos cuantos libros a pesar de las protestas que el omega comenzaba a dar— Mira, sé que eres un omega fuerte que se puede valer por sí mismo, pero no está mal aceptar ayuda algunas veces, eso no nos hace débiles.
Las mejillas le menor se tiñeron de rosa al escuchar las palabras que Yoongi le decía, ningún alfa antes le había ayudado de una forma en la que su orgullo de omega no se sintiera herido por ser más débil, y no era el acto de ser ayudado lo que lo hacía sentir de esa forma, sino las palabras y acciones burlescas de los alfas al hacerlas, encargándose de siempre hacerle menos y recalcar su "superioridad". El alfa le estaba diciendo que él era igual de pudiente que un alfa fuerte, no lo miraba como una parte inferior a él o que necesitaba ser "rescatada" siempre. Y a pesar de la pequeña duda que seguía en su mente, su lobo y su corazón le insistieron en que Yoongi no era otro más de esos estúpidos alfas con los que siempre tenía que lidiar.
—Gracias —murmuró el peliazul afirmando su agarre en los libros que aún estaban en sus brazos, sintiendo como estos recuperaban las fuerzas que habían estado perdiendo al estar cada vez mas cansados— y perdón por cómo reaccioné, he tenido que lidiar tantas veces con alfas burlándose de mi por ser débil que automáticamente reaccionó a la defensiva, a veces ni siquiera es mi intensión ser tan malhumorado.
—No te disculpes, lo entiendo. Yo lamento que hayas tenido experiencias desagradables con tantos imbéciles que andan sueltos por ahí. Comprendo que es una forma instintiva de defenderte a ti mismo.
Jimin asintió, sintiéndose menos culpable por su arrebato. Su lobo no dejaba de brincar e insistir en que Yoongi tal vez si podría ser el indicado, pero su mente le seguía insistiendo en que era demasiado pronto para pensar en algo así.
—Yoongi —murmuró tímidamente, sorprendiéndose a sí mismo.
—¿Si? —preguntó el alfa sonriendo amable.
—Tienes dos puntos —murmuró Jimin apenado fijándose vista solo en los libros que sostenía en sus brazos— Podrás pensar que es algo tonto pero creo que te los mereces.
—Creo que está muy alejado de ser tonto.
El alfa sonrió orgulloso de sí mismo y asintió en agradecimiento a pesar del que el omega no le estuviese viendo, quería soltar un cometario sobre lo bonitas que eran sus mejillas al sonrojarse, pero no creía que fuera adecuado. Quería gritar de la emoción, pero no quiera avergonzarse a sí mismo, por lo que mejor decidió enfocar su atención en los libro que ambos sostenían— ¿A dónde llevamos esto?
—Oh, cierto. Sígueme —habló Jimin regresando en si y comenzando a caminar.
Después de ayudar al peliazul y acompañarlo a dejar todos aquellos libros en su casillero, Yoongi le pidió que lo acompañara al suyo para entregarle la siguiente rosa. Aquella mañana había planeado dormir primero un poco para encontrase mas presentable cuando buscara al omega terminando sus clases, pero las cosas obviamente habían resultado distinto.
Mientras esto sucedía, ambos corazones no dejaban de latir acelerados, sus lobos se encargaban de quedarse con un poco de sus fragancias para que a pesar de las distancias ambos pudiesen sentirse cerca, el alfa ya lo comprendía, pero el omega aun no, para él aun era una interrogante la razón por la que el aroma del pelioscuro parecía tranquilizarlo a pesar aun después de que ya no se encontraba juntos. Yoongi y su lobo cada vez con mas seguridad confirmaban que para ellos no podría haber alguien mas que no fuera el peliazul. Aun faltaba mucho por recorrer, pero su convivencia había cambiado considerablemente para mejor. El alfa no podía deshacerse de la sonrisa que se dibujaba en su rostro cada vez que se pellizcaba y se daba cuenta que no se trataba de ningún sueño.
Confieso que olvidé que había traído 20 puntos de regreso, pero ya estoy aqui jaja
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20 Puntos | YoonMin
Fanfiction-¿20 puntos? ¿Cómo un videojuego? -cuestionó el mayor confundido-. Pero lo comprendo, porque tendrías que estar muy loco para aceptar el cortejo de un alfa que a penas conoces y te lo acaba de pedir, como tu dices, a la mitad de un pasillo -se rascó...