Oscuros Secretos [Terminada]

Especial de Navidad.

Dos pequeños corrían por toda la mansión causando desastres a su pasó, su padre trato de detenerlo. Pero fue en vano.

–¡Vuelvan aquí! ¡Niños! –Gritó Bill rojo como tomate.

Los dos pequeños no daban indicios de parar, sin embargo, su hermano mayor los atrapó.

–Los tengo.

Bill llegó.

–Gracias Hijo –Agradeció tomando a los niños–. ¿Donde esta tu papi?

–En la sala.

Sin más el Cipher mayor se encaminó hacía la sala en busca de su esposo con ambos niños de 4 y 5 años en brazos. Al entrar dió un suspiró enamorado viendo al castaño un suéter grande color rojo y en el centró un árbol de navidad.

–Pino~ –Canturreo.

Dipper lo miró.

–Mi amor.

Se levantó y camino hacía el mayor. Este lo esperaba con ansias. Pero, se dió cuenta que a quien le decía "Mi amor" no era a él, si no a ambos niños que iban en sus brazos, que por supuesto había olvidado que traía en brazos.

–Pino –Dijo llorando al estiló anime.

Dipper sin más remedio se acerco, se colocó de puntillas y le dedicó un pequeño, pero tierno beso a su esposo.

–Gracias por encontralos.

El mayor correspondió gustoso.

Después de una hora los tres niños se fueron con su padre al centro comercial, Dipper y Tara, quién era una de las mucamas, comenzaron a sacar los juguetes.

–Okey Tara, tenemos aproximadamente dos horas para; en volver los regalos y ocultarlos –Explicó–. ¡En marcha!

Cada unos tomo papel de regalo y comenzó a envolver el juguete, el tiempo paso volando. Empezaron a ocultar los juguetes, Dipper tenía una pequeña sorpresa para sus hijos y esposo. Una vez terminado todo Dipper se acerco a las escaleras.

–Despiertame cuando lleguen, por favor –Pidió con una sonrisa.

–Como ordene.

Entro a la habitación y se dejo caer en la cama estaba agotado. Puesto que; habían sido muchos juguetes los cuales ocultar, Bill se había pasado. Se quedo dormido.

Al rededor de 30 minutos Tara comenzó a moverlo para despertarlo.

–Señor, su esposo y sus hijos están volviendo.

Dipper abrió los ojos con pereza y se levanto a duras penas. Agradeció a la muchacha, bajaron a la cocina, ya era hora de que Tara terminara su turno. Antes de irse Dipper saco una bolsa con varios juguetes.

–Toma –Dijo–. Llévala a tus hijos.

–Señor, No puedo.

–Aceptala, por favor. Bill todo los años compra muchos juguetes ¿Que tendría de Malo darle a cuatro pequeños jueguetes de Navidad?

Tara sonrió y aceptó los regalos. Los cierto era que Dipper amaba a los hijos de Tara y ellos se llevaban bien con sus hijos. La muchacha salió por la parte trasera de la cocina. Dipper entro a la sala y observó la puerta esperando a que entraran, sin embargo su sorpresa fue más grande al ver a toda su Familia y amigos entrar. Uno a uno fue dandole una Feliz Navidad.

–¿Y esto? 

–Queriamos sorprenderte Hijo –Dijo Katerine.

Ya todos en la sala, Dipper dió comienzo a su plan.

–Bueno ya que están Todos aquí, les tengo una sorpresa, Niños –los miro a todos sus sobrinos e hijos–. ¡Una búsqueda del tesoro! Que comienza ¡Ahora!

Cada niño comenzó a correr. Varios encontraron regalos en las habitaciones, cocina, debajo del auto, detrás del baño e incluso detrás de sus padres. Al encontrarlos todos comenzaron a abrirlos.

–¡¡Gracias Tío\Papa Dipper!! –Dijeron todos.

–Gracias mis niños. Billy, Dana, Jonny, ¿no tienen algo que decirle a sus tíos? –Los tres pequeños corrieron hacia ellos y les dieron un abrazo dándoles una Feliz Navidad.

Bill se acerco a su esposo y se lo llevo al jardín, al cual se le podían observar las hermosas estrellas de la noche.

–Sabes que te amo –Dijo el mayor.

–Lo se, me lo dices siempre.

–Dipper, tu y los niños son mi mejor regalo de Navidad –Sonrió –. Además, esta noche me debes algo.

–Yo todavía no te e dado tu regaló, espera que todos se vallan ¿si?

El mayor asintió, miro hacía arriba rápido y miro a su esposo  con una sonrisa.

–¿Que? –Miro de igual manera hacía arriba y se dió cuenta del muérdago.

Bill de un modo rápido atrapó los labios de su Amado, se sumieron en un profundo beso, Dipper paso sus manos por el cuello del Rubió.

–Te amo –Dijeron ambos entre el beso.

Aquella Navidad fue una de las mejores, toda la Familia había estado reunida.

Esperen.

No se irán sin antes saber el Regalo de Dipper para Bill ¿Cierto?
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El castaño salió del armario con unas lindas bragas color amarillo y un moño adelanté, se acercó moviendo sus caderas sentandose en el regazo de Bill.

–El mejor. Regalo. De. La vida.

Tomo al menor de la cintura y lo aventó con delicadeza en la cama.

–No tienes que suave conmigo, Destrozame~ –Pidió.

¿Cordura? ¿Que es, se come?

El mayor se abalanzó sobre el cuerpo de Dipper, Sin más comenzó a morder y succionar los pezones de éste, los pequeños gemidos de placer no tardaron en llegar. Bill masturbaba el miembros de Dipper, él cegado por el placer empujo al Cipher y comenzó a sacarle la camisa junto con los pantalones.

–los quiero dentro mío.

–Lo que ordenes –Sonrió malicioso.

Bajo sus boxers y quito las bragas del castaño. Sabía que el Rubió no tendría piedad, sin más sintió como con el gran pedazo de carné invadía su interior. Bill espero un poco, pues no iba a ser tan malo. Comenzó a dar embestidas algo lentas y poco después fue más rápido haciendo que Dipper pidieras Más.

–Más, más más más ¡¡quiero más!! –Pedía a Gritos.

Bill hizo caso y comenzó a ir más rápido. Ambos terminaron corriéndose, el Rubió en el interior del menor y Dipper en sus abdómenes. Bill se acostó en el pecho de su esposo con la respiración agitada.

–Bill –El Rubió lo miro–. Te amo.

–Yo tambien mi amor.

Y sin más se besaron. sin darse cuenta que tres niños lo habían observados todo.

–Y luego dicen que el enfermo soy yo, mira que hacer eso sin cerrar la puerta es peor –Dijo Billy.

–Papá y Mamá se dan amor – Dijeron Jonny y Dana.

Los adultos miraron a sus hijos y solo sonrieron tapados con la sabana.

–Feliz Navidad pequeños –Dijeron ambos.

–Feliz Navidad.

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Espero la pasen muy bien en sus hogares, Feliz Navidad y No leemos luego.