Reir

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Mi coleta castaña se dejaba de volar por el aire. Miraba el cielo, y luego la tierra repetidamente. Las flores estaban preciosas, en especial las amarillas. Estaba completamente feliz. Vi a mamá salir al jardín, y ella comenzó a reír cuando me acosté en el columpio, haciendo que casi me cayera hacia atrás. Ella se acerco rápidamente y yo salte del columpio hacia adelante, cayendo parada justo en frente de ella.

-¿Ya ensuciaste tu vestido nuevo?

Mire las manchas cafés de lodo, y ciertas marcas de patitas de los conejos que había encontrado. Jaja ellos eran tan tiernos.

-Ay mamá, ya se limpiará.

-Si sigues así, no querrán aceptar tu ropa en la lavandería.

Comencé a estallar en carcajadas. Mi mamá me miraba como sí estuviese loca. Pero yo no lo estaba, sólo estaba... Simple.

Cuando estoy simple es como tener la regla, la diferencia es que siempre estoy de buen humor y me río de todo lo que existe. Ando como loca y a veces llegó a molestar a las personas. Suelo ser muy ruidosa.

-Mamá, ¿cuándo es que iré a ver chic...digo, vestidos nuevos. ¿Puedo salir pronto?

Mamá me miro un poco indecisa. No tengo ni la menor idea de por qué, pero parecía querer hablar, y luego se arrepentía y cerraba la boca de nuevo.

-Anna, justo de eso quería hablarte.

-Bueno te escucho... Pero no tengo mucho tiempo.

Mamá me miro sorprendida- ¿qué dijiste?

-Jajaja es que va a iniciar High Way College, mi serie favorita. Chelsea se enojó con Amy, y ahora hicieron equipos para destruirse entre ellas.

-Si, ajá, -mamá contesto sin saber nada-. Anna... Tu hermana...

-Mamá, yo no quiero hablar de ella.

Mire sus ojos tristes. Me sentí mal por decirle, pero es que siempre voy con Elsa. Voy a hablarle y ella no me escucha. En el fondo se que la quiero, y que no estoy molesta, pero me duele hablar de ella con alguien más. Quiero que sepan que soy fuerte porque se que lo soy. Y de alguna manera, aunque ella no me hable, siento que tengo una parte de ella en mi corazón que jamás podría quitar, y no se por qué.

-Anna, la coronación es en 5 días. Tu hermana será reina.

-¡¿Qué?!

-El 19 de Septiembre cumple 19 años, y tendrá la mayoría de edad.

-Es cierto, ya casi, ¡¿pero que hay de ustedes?!

-Anna, nosotros ya estamos grandes, tengo casi 50. Debo de encargarme de otras cosas del reino y ser reina me mantiene demasiado lejos de aquellas cosas. Tu hermana se hará cargó de lo principal y nosotros arreglaremos los detalles más difíciles. Es como una asesoría para ella. Si ella se convierte en reina cuando nosotros, bueno,, ya no estemos, ella tiene más probabilidad a tomar malas decisiones, aunque es muy lista.

Se me iluminaron los ojos. Mamá sabe de ella. Bueno, es obvió ella es nuestra madre pero el simple hecho de que me hable de como es Elsa me ilusiona. Por alguna razón tengo vagos recuerdos. Creo que es castaña, o rubia o morena, no se, pero algo raro tenía ella en su cara, de eso me acuerdo...

-¡¡Gracias mamá!!

Me levanté dispuesta a irme del jardín. Quería ir a gritar de emoción a mi habitación. Quería arreglar vestidos, ver zapatos, peinados, arreglarme, salir a ver accesorios nuevos, ropa nueva, manicura, pedicura, un buen spa, y luego ir a un buen partido de soccer. Los mejores son los que juegan los niños a mitad de la calle. Esos son los que más me gustan.

-¿Anna? ¿A dónde vas? Te estaba hablando.

-Ah si lo siento mamá, pero recordé que no le di de comer al pez. Se va a morir, pobrecillo. ¡Nos vemos!

Olvidé por un momento que yo ni siquiera tengo un pez.

Elsa y Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora